sábado, 2 de diciembre de 2017

Januca desde una perspectiva cabalista



El número ocho representa la dimensión que trasciende el mundo físico.

La Torá es el “manual de instrucciones” que enseña cómo utilizar todos los elementos del mundo material correctamente para alcanzar el objetivo de la vida. El pueblo judío se dedicó desde su nacimiento al conocimiento de la dimensión espiritual a través del estudio de la Torá y de su relación con Hashem a través del cumplimiento de las mitzvot.
Mil años después surgió el imperio griego y dominó al mundo civilizado. Los griegos innovaron y se destacaron muy por encima de todas las culturas anteriores en ciencia, arte, deporte, política y filosofía. Lograron entender y beneficiarse del mundo físico de forma impresionante. El problema fue que negaron la existencia de un Creador supremo y omnipotente, y de la existencia del plano espiritual. Posteriormente decidieron prohibirle al pueblo judío el estudio de la Torá y el cumplimiento de las mitzvot. También entraron al Templo para profanarlo e impurificaron el aceite que se utilizaba para encender la Menorá, con la finalidad de transmitir el mensaje que los conceptos de santidad y pureza espiritual eran falsos.
Celebramos Januca para recordar, agradecer y divulgar los milagros que Hashem hizo para defender al pueblo judío de la opresión del imperio griego y restaurar la observancia de las leyes de la Torá y del servicio espiritual en el Templo. Entre todos los milagros que ocurrieron, el que quedó fijado como símbolo de Januca, es el del jarro de aceite que sólo tenía la cantidad para encender la Menorá del Templo por una noche y milagrosamente duró ocho días. Analizando diversos aspectos de este milagro, podemos entender con mayor profundidad el sentido de Januca.
Antes que nada, es importante saber lo que representan los números seis, siete, ocho y cincuenta. La Torá describe que Hashem creó todo lo que existe en seis días y "descansó" en el séptimo. Obviamente Hashem no necesitó un cierto número de horas de labor que acumularon seis días de trabajo, ni tampoco precisó descansar a su término. El relato de Génesis nos enseña conceptos sobre la vida aludidos en los números seis y siete.
El número seis representa el mundo físico que consiste de tres dimensiones y seis direcciones. El número siete representa la espiritualidad, la esencia y el objetivo del mundo físico. De forma similar, Hashem diseñó al cuerpo humano con la misma proporción entre estos dos números, creando la cabeza, que contiene la parte primordial del individuo, midiendo un séptimo en comparación con el resto del cuerpo que mide seis séptimos.
Ahora bien, el número ocho, representa la dimensión que trasciende este mundo, o sea, más allá del ciclo de los siete días de la semana. Equivale al Mundo Venidero y al plano espiritual. ‘Ocho’ en hebreo es shemoná, que contiene las mismas letras de la palabra ‘alma’,neshamá. También el número cincuenta representa la dimensión por encima del número siete (siete veces siete es cuarenta y nueve) y por este motivo, Hashem se reveló ante el pueblo judío en el Monte Sinaí cincuenta días después de haber salido de Egipto.
Regresando al tema de Januca, por un lado, mencionamos en el rezo que Januca ocurrió “en los días de Matitiahu, hijo del Gran Sacerdote jasmoneo Yojanán, y sus hijos…” y por otro lado, también parte del milagro fue que el jarro de aceite que encontraron al entrar al Templo, estaba protegido con el sello del Gran Sacerdote.
¿Cuál es la conexión y la importancia del Gran Sacerdote y el milagro del aceite?
El Gran Sacerdote es la única persona que tiene acceso a la dimensión que trasciende este mundo, al entrar una vez al año, en Iom Kipur, al lugar más sagrado del universo, que es el recinto interno y más sagrado del Templo (el Kodesh Hakodashim).
En ese recinto se encontraba el Arca Sagrada que contenía las Tablas de la ley y el libro de la Torá que escribió Moisés. Como explicamos anteriormente, la Torá corresponde a esta dimensión trascendental representada por el número cincuenta. A su vez, también el Gran Sacerdote representa este nivel de trascendencia espiritual, y por ese motivo, utilizaba ocho vestimentas que simbolizaban su nivel.
Ahora podemos entender lo que representa el ‘jarro de aceite del Gran Sacerdote Jasmoneo que duro ocho días’.
La palabra ‘aceite’ en hebreo es shemen, que contiene las mismas letras de la palabra ‘ocho’shemoná, y también la palabra ‘jasmoneo’ jashmonaí contiene estas letras. A nivel místico, el jarro del Gran Sacerdote contenía "aceite del octavo día", o sea, de la dimensión que trasciende el mundo físico, y con él, lograron encender la Menorá durante otros siete días de forma milagrosa. La Menorá estaba en el recinto externo del Templo, que equivale al nivel de la espiritualidad de Este Mundo representado por sus siete brazos.
En resumen, el milagro del aceite fue que Hashem iluminó con la “luz del Mundo Venidero”, la obscuridad que introdujo Grecia en este mundo. También nosotros logramos conectarnos con esa luz trascendental al encender las velas de Januca y fortalecer nuestra ‘alma’ neshamá, en estos ‘ocho’ shemoná días especiales.


Rav Roziel Pilatowsky



lunes, 20 de noviembre de 2017

La Tefiláh ( plegaria) del pobre

La partida de Jacob de la casa de sus padres en Israel y su viaje a Jarán es una metáfora de la dolorosa excursión experimentada por toda alma judía. En Jarán Jacob trabajó para su tío Labán, quien lo maltrató terriblemente. 
Sin embargo, tuvo éxito en amasar una gran riqueza y, lo más importante, desposó a las hijas de Labán y crió y educó una familia judía justa en medio de un mar de corrupción. El alma también abandona el seno de su Padre y desciende a un mundo hostil. 
Ella también, tiene la habilidad de prosperar en su nuevo entorno —para amasar una gran riqueza espiritual y establecer un hogar judío ¡que enorgullece a su Padre!
Antes de que Jacob viaje a Jarán, hace una importante parada técnica en el Monte del Templo. En este lugar más santo, ofrece plegarias a Hashem, rogándole la fuerza y fortaleza para tener éxito en la difícil misión que tiene por delante. 
En efecto, de acuerdo a las palabras de nuestros sabios, la escalera que le fuera mostrada a Jacob esa noche en su sueño profético, la escalera que estaba "ubicada en la tierra y su extremo llegaba al cielo" es una alusión alegórica a la plegaria. 
La persona que ora apropiadamente asciende una escalera espiritual, peldaño tras peldaño, hasta que llega a la cima —"su extremo llegaba al cielo" —durante la plegaria de Amidá.
Tomando el ejemplo de Jacob, antes de confrontar el "hostil" entorno laboral, el alma se refugia en el santo ambiente de la sinagoga, cuando ora por el éxito en la misión del día.
El rey David escribió: "Una plegaria del pobre cuando se abre y vuelca sus palabras ante el Adón". 
El santo Baal Shem Tov interpreta este versículo al estilo jasídico, agregando una maravillosa nueva profundidad al ya profundo mundo de la plegaria
Las diferentes personas enfocan la plegaria con diferentes actitudes. Todos tenemos tantas necesidades y deseos que nos presionan que nos acercamos a Hashem con un largo listado de pedidos. 
Sin embargo, el pobre —la persona verdaderamente humilde que siente que no tiene nada —sólo tiene un pedido: Su plegaria es que tenga el honor y el placer de "volcar sus palabras ante su Hacedor". Se da cuenta que no hay privilegio más grande que la oportunidad de desahogarse tres veces al día ante el Rey de reyes. Hashem es nuestro padre y nosotros somos Sus hijos amados. ¡Cuan afortunados somos que nuestro Padre Celestial tiene una política de puertas abiertas para Sus hijos!
Muy a menudo nuestras plegarias son egoístas. Mientras que el enumerar nuestras necesidades es una parte vital y fundamental de la plegaria, nunca debemos perder de vista el aspecto más destacado de la plegaria —es un momento de trascendencia; un momento en el que tenemos toda la atención del Amo de el Universo. 
¡Qué privilegio!
Rav Naftali Silberberg

viernes, 3 de noviembre de 2017

EN QUÉ SENTIDO SE DICE QUE ELOHIM VIENE O LLEGA



El verbo BO significa en hebreo venir, como "tu hermano vino (BA) sutilmente (GEN. XXVII, 35). Luego significa, refiriéndose a un ser viviente, que entra en algún lugar; "Cuando vosotros viniereis a la tierra" (EX. XII, 25). 

La palabra se emplea también metafóricamente respecto de algún acontecimiento, que es algo incorpóreo, como "Cuando viniere lo que dices" (JUE. XIII, 17). Ahora bien, puesto que la expresión de llegar o venir se aplica a cosas incorpóreas, también puede usarse refiriéndose a Hashem, para indicar el cumplimiento de Su palabra o la manifestación de Su presencia (el CHECHINA). 

En este sentido figurado se dice: "He aquí que yo vengo (BA) a ti en una espesa nube" (EX. XIX, 9). En cuyo lugar, y en los pasajes semejantes de la Escritura, se alude al advenimiento del CHECHINA con estas palabras: "Y el Adón, mi Elohim, vendrá (U-BA) "(ZAC. XIV, 5), lo cual es idéntico a "llegará o se cumplirá Su palabra", esto es, las promesas que hizo por los Profetas.

Rambam (Maimonides)

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Tzoar (Luz)



Tzoar” es el nombre de una de las enseñanzas fundamentales del Rebe Najman de Breslov. En ella muestra la manera de mantenerse en contacto con el aspecto maravilloso de la vida, cómo desarrollar la fe, cómo avanzar en la plegaria y en la meditación . Primero y ante todo, es una enseñanza sobre la verdad -la verdad puede liberarnos de nuestras trabas y confusiones internas, algunas de las cuales pueden ser resultado de nuestra propia acción o de nuestro ambiente familiar, de la sociedad y de la cultura que nos rodea o debido a la naturaleza misma de la condición humana. Esta lección muestra la salida.
La idea central de esta enseñanza “es el poder de una palabra verdadera”.
Es sólo gracias a una palabra verdadera, que Hashem brillará sobre nosotros y nos mostrará la salida de la impureza que nos rodea. Esta es la manera de salir de la oscuridad y de alcanzar la más elevada luz.
Este es el camino para vivir. No importa quién seas, mediante la verdad podrás siempre recibir nueva vitalidad y fortaleza. La verdad es la propia luz del Santo, Bendito Sea -y no hay oscuridad en el mundo que sea demasiado densa para Él. No existe impureza en el mundo que no tenga salidas por las cuales se pueda escapar. Lo que sucede es que la gente no las puede ver debido a la intensa oscuridad que allí reina. Pero mediante la verdad Hashem mismo brillará sobre ellos y los ayudará a ver la abertura de esperanza que existe inclusive en esas profundidades. Este es el camino para escapar de la oscuridad y salir hacia la luz, acercándose constantemente al Santo, Bendito Sea.
Hazme  le dijo a Noé: haz para ti un arca de madera… Harás una luz al arca y la acabarás a un codo arriba, de la parte alta y la abertura del arca pondrás en su lado; y le harás pisos bajos, segundo y tercero. (Bereshit 6:14-16).
“Una luz”: algunos dicen una piedra preciosa, algunos dicen una ventana (Rashi).
Es un hecho conocido que “Los malvados merodean por todos lados”(Tehilim 12:9). Esto quiere decir que el “Otro Lado” (sitra ájara) rodea a lo Santo. Porque “Hashem ha hecho tanto lo uno como lo otro”(Mishme 7:14).
Esto se aplica esencialmente a alguien que ya ha comenzado a ser tentado por el pecado y se encuentra atraído por el “Otro Lado” y allí tiene su lugar, el Cielo no lo permita. “Los malvados”-en la forma de pensamientos extraños, de emociones, de tentaciones y demás- rodean a esta persona “por todos lados”.
Cuando una persona así siente un despertar espiritual y desea volver a Hashem, es muy duro para ella orar y expresarse a sí misma delante de Hashem. Todos esos pensamientos, emociones y tentaciones la rodean por todos lados. Cada persona experimenta esto a su propia manera. Y porque es imposible para alguien así expresar palabras delante de Hashem, con la reverencia apropiada y con el amor y la vitalidad adecuadas, sus palabras y sus plegarias no pueden quebrar y atravesar las vallas y las barreras que la separan de Hashem. No pueden elevarse y son retenidas debajo, detrás de esas barreras.
Sólo cuando logre volver con la verdad a Hashem, genuinamente, con honestidad y sinceridad, podrá ser capaz entonces de expresarse a sí misma de manera aceptable, con palabras de reverencia y amor que surjan del fondo de un corazón verdaderamente encendido. Entonces sus radiantes palabras quebrarán todas las barreras y atravesarán todos los ocultamientos. Y con ellas se elevarán también todas las palabras y plegarias anteriores, las que hasta ahora habían sido retenidas abajo.
¿Cómo se logra esto? La clave es la verdad. Todo lo demás depende de esto. Debes seguir la senda de la verdad -en tu nivel. Pues el sello del Santo, Bendito Sea, es la verdad (Shabat 55a). La verdad es el fundamento de todo, desde el comienzo hasta el final. Pues la verdad es “El Comienzo, el Medio y el Final” de toda la Creación.
Cuando la persona alcanza la verdad, es como si la propia luz de Hashem, estuviera envestida en ella, pues la verdad es el sello de Hahsem. Una persona así podrá decir con justicia, “Hashem es mi luz y mi salvación”(Tehilim 27:1). Dado que Hashem está brillando en ella, podrá ahora encontrar cantidad de salidas para escapar de la oscuridad y del exilio que la aprisionan.
Realmente existen salidas allí, como hemos aprendido de los dichos de los Sabios, “Cuando una persona viene a impurificarse, se le abre”-“Existen muchas aberturas para ella”(Ioma 38b).
El hecho de que allí existan aberturas -es decir las aberturas por las cuales cayó la persona- significa que siempre fue posible escapar de allí. Lo que sucede es que “El tonto camina en la oscuridad”(Mishle 2:14): simplemente no ve las salidas. Está atado, incapaz de escapar. Hasta que logra  decir palabras de verdad frente a Dios. Cuando lo hace, las palabras brillan y Hazme lo ilumina.
Sólo entonces “El principio de Tus palabras ilumina y da comprensión al simple”(Tehilim 119:130). Pues las mismas radiantes palabras -palabras de verdad- le muestran la salida a la persona. “Da comprensión al simple” -porque esa gente simple que se encuentra atrapada en la oscuridad y no puede ver cómo salir de allí, comprenderá entonces y verá la abertura y podrá así salir de la oscuridad. “Diciendo a los que están presos: ¡Salid! Y a los que están en tinieblas: ¡Manifestaos!”(Yeshayahu 49:9).
Pero la verdad debe ser una verdad completa -limpia, clara y sin fallas.
Todo aquél que tenga sentido y comprensión deberá orar todos los días de su vida para ser capaz de decir una palabra de verdad frente a Hashem, de la manera en que debe ser, aunque más no sea un vez en su vida.
Hay diferentes niveles de verdad. Cuando alguien alcanza la verdad absoluta Hashem  es su luz. Entonces la persona misma brilla con luz, pues la luz de Hazme  se encuentra envestida en ella. Por otro lado, alguien diferente puede no haber llegado al nivel último de la verdad, pero aún así puede haber alcanzado la verdad. Es posible que esta persona no brille por no haber alcanzado la verdad absoluta. Incluso así, el grado de verdad que ha logrado hace posible que alguien más pueda iluminarla.
Existen tres mundos: el mundo de los ángeles, el mundo de las estrellas y el mundo material. Hashem, les da vida y los mantiene a todos ellos, de acuerdo con Su voluntad. Cuando una persona llega a la verdad y Hashem es su luz, esta persona mantiene el universo, trayendo bendiciones (shefa) a los tres mundos.

“Haz una luz (tzoar) para el arca (teiva)”. El término hebreo teiva significa palabra. El versículo nos está diciendo: “di palabras radiantes de verdad”.
Comenta Rashi: “Tzoar , una luz -algunos dicen una piedra preciosa, algunos dicen una ventana”. Esto se relaciona con la idea de los dos niveles de la verdad. Aquél que está en el nivel de la verdad absoluta brilla con luz propia. Como dice Rashi, “algunos dicen”-es decir ellos dicen palabras de verdad y ellos son “una piedra preciosa” que brilla por sí misma. Por otro lado, “algunos dicen”- es decir también dicen palabras de verdad, pero no en el mismo nivel. Ellos son “una ventana”, porque alguien más puede brillar a través de ellos como una luz a través de la ventana. La diferencia entre una piedra preciosa y una ventana es que la piedra preciosa brilla por sí misma mientras que la ventana no, sino que algo más -el sol, etc.- puede brillar a través de ella.
“Y la acabarás (TeJaLenah) a un codo (AMaH) arriba, de la parte alta”. 

El habla es llamado AMaH. La primera letra, la mem, hace referecia a Maim, el agua, ambos elementos constitutivos del habla. La tercera letra, la Hei (cuyo valor numérico es 5) hace referencia a las cinco partes de la boca con las cuales se articula el habla: los labios, los dientes, el paladar, la lengua y la garganta. La Torah está diciendo: su palabras que “Mí espíritu anheló (JaLtah)”(Tehilim 84:3). ¡Di palabras que contengan deseo y anhelo por la santidad, palabras de radiante verdad!.
Entonces “La abertura del arca (teiva) pondrás en su lado (beTZeiDá)”.

El término “TZeiDá” proviene de la misma palabra usada en el versiculo: “trampas (TZeiD) había en su boca”(Bereshit 252:28) -la boca de Esav, la personificación de la mala inclinación y del lado de la impureza. En otras palabras, debes hacer una abertura en las fuerzas del “Otro Lado” y de la oscuridad que te rodean. Debes hacer la abertura en la misma tzeidá (un lado y una trampa). Por más fuertes que sean las fuerzas de la impureza que te estén atacando, debes responder con una fuerza igual y “hacer una abertura en la teiva”, diciendo palabras de verdad. Comprende bien esto!.

El punto esencial: es posible que te hayas hundido bajo el peor ataque de la oscuridad. Puedes sentirte encerrado y atrapado en la oscuridad más profunda, con el mal atacándote por todos lados y de todas las formas posibles. Puede que no veas ninguna abertura, ninguna manera de escapar de la oscuridad. En ese caso lo más importante es ir hacia la verdad. Busca la absoluta verdad y sólo la verdad. Busca la verdad y reconócela. No hay oscuridad contra esto. Pues la verdad es el mismo Santo, Bendito Sea. El será tu luz, como en las palabras de Salmo, “Elohim es mi luz”. Cuando Hahsem es tú luz, nada puede oscurecértela. Entonces serás capas de ver las aberturas y las salidas de la oscuridad. Pues “El principio de Tus palabras ilumina y da comprensión al simple”. Comprende bien esto.
Es posible que cuando intentes orar y pedir a Hashemk, por aquello que necesites, encuentres imposible expresar una sola palabra debido a la densa oscuridad y a la confusión que te rodean. Aún así, trata de decir aquello que digas con verdad, no importa cuán bajo sea el nivel. Por ejemplo, di con absoluta honestidad las palabras “¡Adon, ayúdame!” aunque no puedas sentir entusiasmo alguno. Sólo di las palabras con honestidad, de la forma que puedas. Con una sola palabra de verdad serás capaz de ver las aberturas en la oscuridad, podrás salir de allí, ir hacia la luz y así orar de la manera apropiada.
Y al salir podrás también a otros a salir contigo. Puedes hacer que ellos vuelvan a Elohim, y ayudar a sacarlos de su oscuridad y exilio. Esta idea también se encuentra aludida en las palabras “La abertura del arca pondrás a un lado”. Haz una abertura para la gente que se encuentra a un lado -el “Otro Lado”, el lado de la impureza como opuesto al lado de la santidad. Puedes hacer una abertura para ellos e inspirarlos a retornar a Hashem, y escapar de la oscuridad. Entonces “le harás pisos bajo, segundo y tercero” -los tres mundos. Tú mismo los “haces”,-porque eres tú quien realmente los mantiene.
Realmente existen salidas allí, como hemos aprendido de los dichos de los Sabios, “Cuando una persona viene a impurificarse, se le abre” -existen Muchas aberturas para ella”. El hecho de que allí existan existan aberturas -es decir las aberturas por las cuales cayera esa persona- significa que siempre fue posible escapar de allí. Lo que sucede es que “El tonto camina en la oscuridad”; simplemente no ve las salidas.
Dijo Rabí Natan, cuando escuche esta lección le dije al Rebe que parecía que había una posible objeción a su uso de las fuentes Talmúdicas. En el pasaje en Menajot 29b citado por el Rebe, los Sabios dicen: ¿Por qué este mundo fue creado mediante la letra Hei? Por que es como un vestíbulo [Rashi: abierto debajo] de modo que todo aquél que quiera salir puede hacerlo (es decir, todo aquel que quiera salir y seguir la mala senda puede hacerlo),¿Y por qué está suspendido uno de los lados de la letra Hei? Porque si el pecador retorna a Hashem, es elevado (es decir, es hecho entrar a través del espacio superior entre el lado de la letra y su techo). ¿Por qué no puede retornar por el otro espacio (la abertura abajo de la letra Hei)? Porque no va a tener éxito (porque la persona que viene a purificarse necesita una ayuda especial debido al especial obstáculo con el que se encuentra a causa de la fuerza de su mal impulso. Por lo tanto se le ha dado una ayuda adicional en la forma de la abertura superior de la letra Hei)”
La Guemara implica que es imposible salir de la impureza y retornar a Hashem, volviendo por el mismo lugar por el cual uno cayera en primera instancia. Esto parece contradecir el punto del Rebe de que es posible escapar de la impureza a través de las aberturas en la impureza misma.
Cuando le presenté al Rebe esta objeción, él dijo: “Has presentado una muy buena pregunta” y respondió que algo más había implicado en esto. Si la persona es capaz de ver las aberturas en la oscuridad sólo podrá salir a través de las aberturas por las cuales otra persona ha caído. La caída de una persona es el ascenso de otra. Comprende esto. A veces lo que para tu compañero, que se encuentra en un nivel superior, puede ser considerado una caída, puede de hecho ser considerado un ascenso para ti, en vista de tu nivel más bajo. Pues puede serte imposible salir a través de las aberturas por las cuales tú has caído, pero sí podras salir a través de las aberturas superiores, tal cual se explicó en la Guemara. De modo que si puedes ver las aberturas en la oscuridad, podrás salir de allí a través de la abertura por la cual a caído ese compañero más avanzado que tú. Porque la caída de tu compañero es en beneficio de tu ascenso.
Sin embargo, la única manera de ver las aberturas en la oscuridad y de salir de allí  a través de ellas es mediante la verdad. Debes acostumbrarte a que tus plegarias siempre expresen la verdad. Puede que estés rodeado de obstáculos y de confusiones. Puede que confundan tanto que no puedas orar en absoluto. Incluso así, trata siempre de llegar a la verdad -la verdad real. De esta manera el Mismo Santo, Bendito Sea, te iluminará y te mostrará las aberturas para salir de donde te encuentres. De esta manera serás capaz de salir de la oscuridad hacia una gran luz.
El Rebe me dijo entonces: Aquél que siga esta enseñanza podrá ser  bueno ante Hashem toda su vida. No importa quién seas o donde te encuentres, siempre podrás recibir una nueva vitalidad y mantenerte en la senda, siguiendo esta idea y buscando la verdad. La verdad es la propia luz del Santo, Bendito Sea. Pues para Él, la oscuridad no es oscuridad en absoluto. No existe mal en el mundo que no tenga aberturas para escapar de él. Lo que sucede es que la gente no las ve debido a la oscuridad. Pero mediante la verdad el mismo Hashem te iluminará. Serás capaz de ver y hallarás la puerta de la esperanza que se encuentra en el mismo lugar en donde tú estas. Saldrás de la oscuridad hacia la luz y constantemente caminarás hacia el Santo, Bendito Sea.

Basado en las enseñanzas de Rabí Najman de Breslev.

martes, 31 de octubre de 2017

DE LA PALABRA ABAR, "PASAR", APLICADA A ELOHIM



En su primitiva acepción, ABAR o pasar se refiere al movimiento de un cuerpo, singularmente cuando se habla de criaturas vivientes que se transportan a alguna distancia, directamente.
Aplicase después el verbo al paso del sonido por el aire, como en: "Y mandaron pregonar por el campamento" (EX. XXXVI, 6).

En sentido figurado quiere decir la manifestación de la Luz y la Presencia Divina (CHECHINA) que los profetas percibieron en sus visiones.
Ese último significado tiene la palabra en el Éxodo, XII, 12: 
"Y yo pasaré (VE-ABARTI) por la tierra de Egipto", significando: "Yo me revelaré".

Usase también en sentido figurado para expresar el abandono de un propósito o el cambio de fin y objeto. Paréceme que este es el sentido del verbo en "Y el Adón, pasando por delante Su rostro, proclamó: Eterno, Eterno, Omnipotente, sin tasa en la misericordia y en la gracia" (EX. XXXIV, 6).
Yo tomo "Su rostro", refiriéndolo al rostro del Adón; nuestros Maestros también lo interpretan así, aunque hay otras interpretaciones Agádicas que no son propias de esta obra. 
A mi juicio, todo este pasaje podía ser explicado como sigue: Moisés trataba de alcanzar cierta percepción que se llama "percepción del Rostro Divino'"; pero Hashem le otorgó una percepción de grado inferior. 

Al afirmar que Hashem retiró de Moisés el conocimiento más alto, lo que quiero decir es que este conocimiento era inalcanzable e inaccesible, por naturaleza propia, a Moisés; pues, si bien el hombre puede obtener perfección aplicando sus facultades de raciocinio a lo que está dentro del alcance de la inteligencia, debilitase su razón y se pierde tan pronto se lanza en busca de un más alto grado de conocimiento —como se esclarecerá en otro capítulo de esta obra—, a menos que le sea concedida una especial ayuda de los cielos, según se declara en las palabras: "Y yo te cubriré con mi mano" (EX. XXXIII, 23).

Al traducir este verso, Onkelos adopta el mismo método que cuando trata de explicar pasajes semejantes, es decir, expresiones que impliquen corporeidad o propiedades corporales atribuidas a Hashem, y supone una elipsis de un nomen regens antes de la palabra Hashem, relacionando así la expresión de corporeidad con un término elidido y que rige el genitivo Hashem, v.g.: "Y he aquí el Adón estaba en lo alto de la escala" (GEN. XXVIII, 13), que él explica: "Y la gloria del Adón estaba guarnecida encima de la escala".

Si considerásemos necesario suponer aquí una elipsis, conforme al método de Onkelos, podríamos colocar la palabra "voz" y explicar el pasaje que nos ocupa diciendo: "Y una voz del Adón, pasó delante de él y proclamó". 
Según este parecer, el significado del pasaje que discutimos sería: "Y una voz del Adón pasó delante de él y proclamó: Eterno, Eterno, Omnipotente, sin tasa en la misericordia y en la gracia".  Lo cual también sería una declaración adecuada del texto.

Cabe adoptar ambas explicaciones.
Se puede considerar que el conjunto de la escena es una visión profética, y que todo acaece a manera de operación mental, y considerar que lo que Moisés procuraba, lo que le fue negado, y lo que logró, fueron cosas percibidas por el entendimiento, sin hacer uso de los sentidos; o se puede suponer que hubo además cierta percepción ocular de un objeto visible, cuya contemplación ayudó a la percepción intelectiva.
Esta última es la opinión de Onkelos.


También cabe admitir que hubo además una percepción sonora, y que, una voz, que indudablemente era algo material, pasó por delante de él. Os es lícito elegir cualquiera de estas opiniones, pues nuestra sola intención y propósito es preservaros contra la creencia de que la frase "y el Adón pasó", es análoga a la de "Pasa delante del pueblo" (EX. XVII. 5), pues siendo Hashem incorpóreo, no cabe decir que se mueva, y consiguientemente, no se le puede aplicar con propiedad el término pasar, en su significación original.

Rambam (Maimonides)

lunes, 30 de octubre de 2017

Modulo Nº5 Kabbaláh Básica



EL PODER DIRECTIVO-HANHAGA-Y LA PROVIDENCIA –HASHGAJA El significado del término hanhaga en la Cabala En el lenguaje cotidiano un líder-manhig- es un hombre que guía a otros hacia una meta determinada y el poder Directivo –hanhaga- es la cualidad que caracteriza al líder. En la terminología cabalística, el poder directivo, tiene un sentido más amplio. Cuando decimos que El creador dirije su mundo, estamos diciendo que El abastece al mundo con todo lo necesario y que completa todo carencia. En la Cabala, el poder Directivo representa una dimensión espiritual, ya que el mismo se ejerce por medio de las sefirot, las cuales actúan a nivel espiritual. Las sefirot las raíces de la realidad material creada ex nihilo.
Sin las raíces espirituales no tendría la existencia la realidad material.

Existen tres tipos de poder directivo: a) de la bondad (jesed). b) del juicio (din) y c) de la misericordia (rajamin). Cuando decimos que el Creador dirige a su mundo con bondad, nos referimos a que las sefirot de la línea de la bondad, de la línea derecha, son las predominantes; estas son las responsables de sentar las raíces espirituales que vitalizan y sostienen a la realidad material.

Tras asentarse estas raíces, un poder de iluminación especial las lleva de la potencial al acto. Estas raíces, que fueron formadas bajo la directiva de la bondad, son manifestaciones de la voluntad del Creador de dirigir a su mundo con benevolencia. La diferencia entre el poder directivo de la bondad y el del juicio reside en que, cuando se entrega la directiva a las sefirot de la línea del juicio, la línea izquierda, la cantidad y calidad de las raíces espirituales serán inferiores y de menor grado que las del poder Directivo de bondad. Como resultado de esto, la realidad material, que no es más que la de dichos poderes espirituales, también será menor tanto en cantidad como en calidad. Estamos hablando de dos tipos de que llegan a los seres creados.

Abundancia espiritual, que es la totalidad de las luces emergentes de las sefirot. Abundancia material, creación ex nihilo, que es la traslación de dichos poderes espirituales para el usufructo del hombre. En contraste con el hombre que necesita convertir la abundancia espiritual en material, hay criaturas más elevadas, como por ejemplo los ángeles, que no necesitan nada material, ya que carecen de cuerpo, y la abundancia que les llega de las sefirot es puramente espiritual. A continuación nos referiremos a la relación existente entre los distintos tipos de Poder Directivo y las sefirot.

El Poder Directivo en las sefirot jesed, gevura y tiferet
A pesar de que el Poder Directivo del mundo se divide en diez sefirot, las mismas se subdividen en tres categorías principales: a) la de la bondad, b) la del juicio, c) la de la misericordia. Y si bien estos tres tipos se adaptan a las sefirot de jesed, gevura y tiferet, los sabios cabalistas que recibieron su sapiencia del profeta Elías, nos enseñaron que durante los seis mil años de existencia del mundo los seres humanos no lograran adaptarse a estas tres categorías, debido a su bajo nivel espiritual. La explicación es la siguiente. Como la esencia de la bondad es brindar generosamente, sin límites, se necesita un enorme nivel espiritual para sobreponerse al instinto que inclina al individuo a apropiarse de la abundancia material y espiritual provenientes del Poder Directivo del jesed, en lugar de dirigirlo por completo al servicio del Creador. Ya que durante los seis mil años no logramos los medios para recibir todo este bien, el resultado inevitable ha de ser olvidarnos de Quien nos lo proporciono, tal como está dicho: < Y Ieshurun engordo y luego pateo> (Deuteronomio 32:15)

Por otro lado, el mundo no puede soportar la severa crítica que caracteriza al Poder Directivo del juicio. E incluso el Poder Directivo de misericordia, que es el Poder Directivo verdadero en su mayor esplendor, no se adapta a las criaturas que no han llegado aún al nivel de la verdad. Por consiguiente, vemos una realidad por espacio de seis mil años, en la que ninguno de los tres principios rectores (bondad, juicio y misericordia) se adapta. Es por eso que El Creador emano para este periodo un Poder Directivo combinado entre las sefirot de netzaj, hod y iesod y las sefirot de jesed, gevura y tiferet, creando un tipo particular de conducción adaptado a este tiempo.
La división de las diez sefirot y el Poder Directivo
La características de la sefira de Keter es la abundancia de bondad y misericordia ilimitados para con lo creado, sin importar los méritos del receptor. Al respecto escribe el talmud: a pesar de que no lo merezca (Tratado Berajot 7ª). Desde este punto de vista, tanto la sefira de jojma como la de bina representan una gran nivel de bondad, debido a su alto nivel espiritual. En otras palabras, cuando El Creador dirige su mundo a través de las sefirot de Keter, jojma y bina, una gran abundancia viene al mundo, sean sus criaturas merecedoras o no. Y aunque la bina sea la raíz de la línea izquierda, los juicios solo provienen de la sefira de gevura.

La bina, por formar parte de las tres sefirot primarias, es poseedora de bondad y misericordia absolutas. Lo que caracteriza a las tres primeras sefirot es la cualidad de infundir el bien en abundancia sin discriminar entre el justo y el malvado. Más la sefira de jesed, cuya cualidad es proporcionar generosidad en abundancia, la otorga solo a quien la merece. La sefira de gevura se caracteriza por su limitación y restricción, y este es el juicio en que se sentencia a cada uno de acuerdo a sus actos. Tiferet es la sefira que media entre jesed y gevura, pero tiende más a la derecha, hacia la bondad. La cualidad de la sefira de netzaj es la de guiar de acuerdo a la bondad-jesed-, pero no según la bondad pura sino integrada con el juicio. Por ejemplo: cuando un hombre es castigado y considera que se le ha hecho un mal, a este Poder directivo se lo denomina -tzadik vera lo.

Y si preguntamos: ¿Qué clase de bondad es esta? La respuesta es que el Eterno hace un gran bien con él, porque, como quiere beneficiarlo posteriormente, lo castiga en este mundo para expiarlo y quitar toda inculpación hacia él; así podrá recibir el bien eterno en el mundo por venir. Este es un ejemplo de la bondad integrada con el juicio. La cualidad de la sefira de hod es el juicio integrado con la bondad, y un ejemplo de esto es ,-rasha vetov lo. Al malvado le parece que le están haciendo un bien, pero la verdad es que lo que está recibiendo es la retribución a los pocos méritos que obtuvo en este mundo; lo que de verdad se merece lo recibirá en el Mundo Venidero. Este es un ejemplo del juicio integrado con bondad. La sefira de iesod es la que media entre las sefirot de netzaj y hod, pero se inclina hacia la izquierda.
Vemos que el Poder Directivo de estas seis sefirot –jesed, gevura, tiferet, netzaj, hod y iesod- se realiza de acuerdo al comportamiento humano, y por eso al Poder Directivo de estas se lo denomina . Frente a este, la directiva de Keter jojma y bina es absolutamente independiente de las acciones humanas. La característica de la sefira de maljut es recibir de las sefirot y supervisar a las criaturas, para revelar el reinado divino en el mundo.

La sefira de maljut- conexión entre el Creador y Sus criaturas El objetivo de la creación es revelar la unidad del Creador. Para lograrlo El Eterno quiso que Su presencia y providencia se extendieran sobre sus criaturas. En otros términos, El Creador quiso que las criaturas, poseedoras del libre albedrío, supieran que existe una realidad espiritual que las conecta con el Creador y que todas sus acciones traen aparejadas una reacción apropiada en los mundos superiores. La realidad espiritual que conecta entre las criaturas inferiores y su Creador es denominada Shejina, la divina Presencia, lo cual implica que El Creador habita entre ellos.

En términos de sefirot, la Shejina es la sefira de maljut. Ella capta el servicio a Hashem que realizan los hombres, y transmite lo que recibió a la sefira de iesod que se encuentra por encima de ella. Debemos recordar que, la mano que se mueve, la boca que habla y el cerebro que piensa, son meros instrumentos, ya que la esencia del acto, del habla y del pensamiento es el alma humana. El alma de cada persona en particular es la esencia misma del Infinito, la en el hombre. Aquí podemos comprender como el servicio a Hashem, que es una labor física, recibe significado espiritual de santidad y pureza. De hecho, lo que hace el alma humana es las acciones físicas a valores espirituales.

La sefira de maljut percibe el servicio a Hashem a través del alma. Si durante el cumplimiento de los preceptos (como podría ser el ponerse las filacterias-tefilin) logramos unir el pensamiento a la entrega y dedicación que acompañan al precepto, ese acto no será un mero acto físico sino una acción que vitaliza al alma, la . Aquí actúa la sefira de maljut y traduce la acción del precepto, que es la voluntad del Creador, en valores espirituales que se elevan así al grado de la sefira de iesod.
El Poder Directivo pertenece a las sefirot, pero su consecuencia es la abundancia material

La abundancia que llega a los seres creados depende del tipo de Poder Directivo que aplica El Creador en el mundo. A pesar de que el Poder Directivo es un asunto espiritual por tratarse de la raíz de todas las cosas, de todas maneras la consecuencia de estas raíces se expresa por medio de la abundancia material o espiritual que llega a los seres creados. La realidad material en su totalidad está compuesta por cuatro elementos: 1) fuego, 2) aire, 3) agua y 4) tierra.

Cuando El Creador rige a su mundo con bondad, la consecuencia de su Poder Directivo en el mundo material es el elemento del agua (no nos estamos refiriendo solo al elemento agua, sino a la materia en que el elemento agua predomina). Cuando El Creador rige a su mundo bajo la característica del juicio, la consecuencia en el mundo material es el elemento del fuego. Cuando El Creador rige a su mundo bajo la característica de la misericordia, la consecuencia es el elemento del aire. Esto indica que cuando El creador rige a su mundo bajo la característica de la bondad, emergen raíces espirituales especiales cuyas consecuencias materiales (la forma en que se traducen al plano físico) se manifiestan en el elemento del agua, y cuando el Creador rige a su mundo bajo las características del juicio, emergen raíces espirituales especiales cuyas consecuencias materiales cobran formas de fuego; y la medida de la misericordia echa las raíces espirituales cuya consecuencia es el aire.

Estos tres principios, en conjunto con la tierra, que es maljut, componen toda la realidad de los niveles inanimado, vegetal, animal y humano. Las sefirot de jojma, bina y daat son la guía del Poder Directivo La base del Poder Directivo se encuentra en las sefirot de jesed, gevura y tiferet. Estas sefirot son las encargadas de establecer las reglas de la dirección del mundo. Pero es necesaria otra decisión que determina la intensidad de este poder, o en otros términos, la cantidad y calidad de bondad, juicio o misericordia que ha de llegar a los seres creados. En las sefirot de jesed, guevura y tiferet se determina si el Poder Directivo será del tipo de bondad, juicio o misericordia y en las de jojma, bina y daat se estipula la intensidad de este poder. Por ejemplo, si se determina que el Poder Directivo sea del tipo de bondad, en jojma, bina y daat se decidirá qué clase de bondad, si bondad ordinaria o extraordinaria. La diferencia se encuentra en la cantidad y también en la calidad. Bajo la directiva de bondad ordinaria cada uno recibe de acuerdo a sus acciones, y bajo la directiva de suma bondad también los impíos se ven beneficiados, aunque no sean merecedores.

A modo de ilustración se puede describir a la relación de las sefirot entre si como centelleos de iluminación. Es como si una sefira enviara iluminaciones y destellos de luces y la otra los recibiera. Desde el punto de vista intelectual, las sefirot son poderes mentales cuya relación depende del mutuo acuerdo entre la sefira dadora y la receptora. En este caso, las sefirot jojma, bina y daat actúan como dadoras e influyen abundancia porque son el de las sefirot. La s sefirot jesed, gevura y tiferet son quienes reciben este poder y actúan conforme a él. En otras palabras, las sefirot de jojma, bina y daat rigen y guían a las sefirot jesed, gevura y tiferet y por eso son consideradas las guías del Poder Directivo.

En lenguaje cabalístico decimos que las sefirot jojma, bina y daat se revisten en las sefirot jesed, gevura y tiferet, y cuanto más completo sea ese proceso, cuanto mayor aceptación y acuerdo exista entre las sefirot, más notoria será la influencia de las sefirot jojma, bina y daat. Más arriba señalamos que el Poder Directivo de las sefirot jojma, bina y daat es el más elevado, porque las raíces que salen de ellas son las más prominentes cuantitativa y cualitativamente. Por eso cuando percibimos un alto grado de iluminación y de elevada intensidad ejercida por las sefirot jojma, bina y daat en jesed, gevura y tiferet, el Poder Directivo de jesed, gevura y tiferet será de mayor calidad y poder.

En otras palabras cuando las sefirot jojma, bina y daat resplandecen en las de jesed, gevura y tiferet con gran intensidad, aumentara el grado de bondad que surja de jesed, gevura y tiferet; y cuando jojma, bina y daat quitan su fuerza de jesed, gevura y tiferet, el resplandor de bondad que salga de jesed, gevura y tiferet decrecerá. La transición del Poder Directivo a la providencia Hemos definido a las sefirot jesed, gevura y tiferet como lo principal del Poder Directivo, y a las sefirot jojma, bina y daat como su guía. La sefira de maljut es la ejecución misma de la acción. Tomando el caso del hombre, vemos que no le es suficiente pensar con el cerebro y sentir con el corazón, sino que requiere de una fuerza adicional para lograr llevar las decisiones mentales al plano de la acción. Lo mismo sucede al nivel de las raíces espirituales. Las sefirot netzaj, hod y iesod tienen la cualidad de traspasar lo que se encuentra en jesed, gevura y tiferet a maljut, y así echar las raíces de dichas fuerzas. Ahora podemos dividir las sefirot desde un nuevo punto de vista: las sefirot del Poder Directivo y las sefirot de la providencia.

Las sefirot del Poder Directivo son nueve, y se dividen asi: jesed, gevura y tifiret – el Poder Directivo principal; jojma, bina y daat- la guía del Poder Directivo, y netzaj, hod y iesod – la transición del Poder Directivo a la providencia. La sefira de maljut es la providencia en sí. Cada sefira está compuesta por diez sefirot Hasta aquí, cuando nos referimos a las diez sefirot, causamos la impresión de que cada sefira obra de acuerdo a su definición. Por ejemplo, la sefira de jesed actúa única y exclusivamente con bondad y la sefira de gevura, solo con valentía. Más esto no es así ya que cada sefira está compuesta a su vez de diez sefirot.
La sefira de jesed está compuesta por Keter de jesed, jojma de jesed, bina de jesed, jesed de jesed, gevura de jesed, tiferet de jesed, netzaj de jesed, hod de jesed, iesod de jesed y maljut de jesed. Esto ocurre en todas las sefirot, y de hecho, estamos hablando de un sinfín de sefirot, ya que cada una de estas subdivisiones, a su vez, esta subdividida en otras diez. Se puede considerar a la Emanación de las sefirot como una saliendo de la anterior. De acuerdo a esto, a la primera es la de las diez sefirot del MUNDO DE LA EMANACION, y de cada una de ellas se desprende un sinfín de sefirot.

Cada sefira que surge de la anterior es un pode espiritual, expansión de la divina voluntad, que recibe su fuerza y su vitalidad de la causa que la genero. Visto desde otra perspectiva, cada sefira se torna causa y raíz de una realidad material, o como lo definimos anteriormente, cada sefira se convierte en la forma de una determinada materia. Así la suma de todas las distintas versiones de las sefirot conforman el total de formas de la realidad material. La sefira de jesed del MUNDO DE LA EMANACION es la . En la segunda aparece jesed de jesed o gevura de jesed, y en la tercera gevura de jesed de jesed, o la gevura de la gevura de jesed, y así sucesivamente. En cada versión la iluminación es más específica, es decir, se adapta más exactamente a una realidad específica. Y así como no existe una iluminación similar a otra, tampoco existe una realidad material idéntica a otra.

Así, y tal lo aprendió, el MUNDO DE LAS EMANACION es el pensamiento de la creación, y las diez sefirot del MUNDO DE LA EMANACION incluyen en sí todas las raíces espirituales de todo lo que acontece en sus más ínfimos detalles. Por ejemplo, la sefira de jesed del MUNDO DE LA EMANACIÓN, incluye todas las raíces de todos los acontecimientos y las acciones que sustraen su fuerza de la sefira de jesed. Lo mismo sucede con el resto de las sefirot.
Toda realidad está compuesta por las diez sefirot

Mencionamos anteriormente que toda realidad se conforma y está regida por las diez sefirot. De hecho, cuando dos realidades se distinguen entre sí, lo que realmente sucede es que las diez sefirot que las componen se diferencian. En otros términos, la existencia y supervivencia de cada creación proviene del poder del Infinito —Ein sof— que actúa en ella. Cada unidad de esta fuerza actuante se compone por diez sefirot, ni más ni menos. Lo que ocurre es que la criatura de menor nivel tiene menor capacidad de recepción, y en esto reside la diferencia entre los seres creados. Ya que toda sefira está compuesta por diez sefirot, es como si tuviésemos diversas «versiones», cada una ellas de menor magnitud e importancia que la versión que la originó, siguiendo el principio del desarrollo gradual. Recordemos que cada fuerza actuante es, de hecho, una unidad compuesta por las diez sefirot.

Con esto se explica el tema de los infinitos niveles de la fuerza actuante, los cuales se adaptan a cada realidad de acuerdo a su nivel. Las acciones humanas provocan el despertar de las sefirot Al igual que las ciencias naturales hablan de la ley de conservación de la materia y la energía, la Cábala se refiere a la «la ley de la conservación de las fuerzas espirituales» o «la ley de la conservación de la obra del Creador». Todo lo que hacemos, hablamos o pensamos, trae aparejada una reacción en los mundos superiores, es decir, en la raíz de todas las cosas. Como ya lo mencionamos, El Creador quiso que su divina Presencia habitara entre los seres por Él creados para preservarlos y cuidar sus actos. La Presencia divina es la sefira de maljut.
Además, toda persona posee un alma que es una «representante divina» situada en su interior, de modo que todo lo que hace está permanentemente conectado con su alma. 

Cuando decimos que la sefira de maljut «capta» o «percibe» por un lado el servicio a Hashem que el hombre realiza y, por el otro, sus malas acciones, nos referimos a que la sefira de maljut está ligada al alma de esta persona. Así una esencia espiritual (la sefira de maljut) se conecta con otra esencia espiritual (el alma). Ya que el origen de todas nuestras acciones, palabras y pensamientos se encuentra en nuestra alma, la sefira de maljut percibe la esencia de todo lo que hacemos, decimos o pensamos. El rol de la sefira de maljut es recibir y transmitir a las sefirot.

La conexión entre la sefirá de maljut con la de iesod es en dos direcciones. Maljut recibe de iesod y traspasa a los seres creados, y a su vez recibe de estos y transmite a iesod. La sefirá de iesod transmite lo que recibe de maljut en dirección a las alturas espirituales, hasta alcanzar la raíz misma de cada acción. Cuando decimos que la sefirá de iesod transmite lo que recibió de la sefirá de maljut a las sefirot superiores, estamos implicando que se establece una especie de debate entre las sefirot de netzaj, hod y iesod para resolver si la esencia espiritual recibida de maljut es digna de pasar a un nivel más elevado. Una resolución positiva señala que existió un acuerdo entre las sefirot, y que consideran que la raíz espiritual del servicio a Hashem es sublime y merece ascender.

Cuanta mayor devoción y entrega exista en el cumplimiento de un precepto, aunque el mismo haya sido un acto físico realizado por el cuerpo, la raíz espiritual de dicha acción será más sublime y excelsa. Así como todo acto material trae aparejado alguna consecuencia, lo mismo sucede en el plano espiritual. Es así como el servicio a Hashem a través de los preceptos de la Torá provoca la corrección del alma y del mundo individual de la persona y repercute sobre todo el resto de almas. Éste es nuestro anhelo por el que bregamos: corregir al mundo bajo el Reinado divino. Éste es el propósito de toda la creación. La sabiduría cabalística define y explica los procesos de esta preservarlos corrección. Específica cuáles son las fuerzas espirituales que operan para corregir el mundo, y qué correcciones en cadena se provocan. Más aún, explica cuáles son los daños producidos por las transgresiones humanas y qué debe hacer el hombre para remediarlo.

El despertar inferior es equivalente al despertar superior El nivel más bajo es el de netzaj, hod y iesod, y es cuando un hombre cumple los preceptos como si estuvieran forzándolo. Aunque en la práctica realiza lo debido, lo hace sólo cediendo ante presiones del medio. Cuando decimos que la sefira de maljut «recibe» el servicio al Creador y lo eleva, debemos discernir si se trata de un servicio de jojmá, biná y daat, jesed, gevurá y tiferet o netzaj, hod y iesod. El cumplimiento de los preceptos de acuerdo a las presiones sociales corresponde al nivel de netzaj, hod y iesod, y por eso la raíz superior de dicho servicio es de un nivel inferior.
Por otra parte, cuando un hombre cumple con un precepto a nivel de jesed, gevurá y tiferet, con emoción y entusiasmo, la raíz espiritual de dicha acción es más elevada. El nivel es superior aun cuando un hombre cumple con los preceptos Divinos al nivel de jojmá, biná y daat. El despertar de los mundos superiores, o sea, de las sefirot, está en función directa a la calidad del servicio a Hashem, y la abundancia material y espiritual que llega a cada individuo depende de la excelencia de su servicio.
El servicio al creador con entrega absoluta


El mayor nivel de servicio a Hashem es el realizado a través de la entrega absoluta —mesírut nefesh. Este tipo de accionar se halla más allá del intelecto. Es más, si esta persona lo consultara con su razón tal vez ésta le sugeriría no hacerlo. Pero hay un impulso especial de Santidad que no puede someterse a la lógica intelectual. Si el cumplimiento racional de los preceptos corresponde al nivel de jojmá, biná y daat, el cumplimiento por entrega absoluta se identifica con el nivel de la sefirá más elevada, el Keter. Así como el cumplimiento de los preceptos al nivel de jesed, gevurá y tiferet despierta a las sefirot para influenciar a la altura de jesed, gevurá y tiferet (y lo mismo en el caso de jojmá, biná y daat y netzaj, hod y iesod), así también cuando el hombre sirve a su Creador con entrega absoluta despierta a las sefirot para influenciar a un altísimo nivel: el de Keter. Cuando se despierta en Keter la voluntad de influir, llega una abundancia «sin fin». Éste es el nivel más elevado en el servicio al Creador.

Aryeh Kaplan

viernes, 27 de octubre de 2017

DE LAS PALABRAS RAM, "ALTO" Y NASA, "LEVANTAR"



La palabra RAM, "alto", es un homónimo que denota elevación en el espacio, y también en dignidad, grandeza, honor y poderío. Tiene el primer sentido en: "y el arca se elevó sobre la tierra" (GEN. VII, 17); y el segundo en: "'pues que yo te levanté del polvo" (1 Reyes, XVI, 2). Siempre debe tomarse en esta última acepción cuando la palabra RAM se refiere a Hashem: "Exaltado seas, oh Hashem, por encima de los cielos" (PS. LVIII, 12). 
De igual manera, la raíz NASA, levantar, denota elevación en el espacio y en el rango y dignidad, aplicándose a Hashem en el segundo sentido: "Así dijo el Alto (RAM) y Sublime" (ISA. I -VII, 15), para declarar Su elevación en rango, cualidad y poder, no en el espacio. 

Quizás os sorprenda esta manera de hablar y digáis que cómo pueden afirmarse_ expresiones distintas para declarar una misma cosa. Ya se explicará más adelante que los que poseen un verdadero conocimiento de Hashem no estiman que El posea muchos atributos, sino que estos diversos atributos que declaran Su poder, Majestad, Fuerza, Perfección, Bondad, etc., son idénticos y sólo declaran Su Esencia y no cosa alguna distinta de ella. 
Pienso consagrar capítulos especiales a los nombres y atributos de Hashem; empero, ahora, mi sola intención es probar que Alto" y "Sublime" quieren decir en el pasaje citado elevación de rango y no en el espacio. 

 Rambam (Maimonides)