Rabí Najman nos revela:
El
HITBODEDUT es un grado muy importante y superior a cualquier cosa, o sea, fijarse
un tiempo de una hora o más, para retirarse a algún cuarto o al campo y desplegar
su corazón ante Hashém con argumentos y excusas. Con palabras de persuasión,
insistiendo e implorando que lo acerque hacia él y lo fortalezca para poder
servirlo devotamente. (Likutéy Moharán 2-25).
"Superior
a cualquier cosa". En la cima de las categorías está ubicado el HITBODEDUT.
¿O acaso existe un escalafón más alto para un mortal, que el de estar en
contacto permanente con su creador? ¿O quizá le falta algo a aquel que frecuenta
la casa del dueño del mundo y de todo lo que uno pueda necesitar?
Cada
HITBODEDUT es una audiencia personal con el Creador. Y a medida que se va
haciendo fijo, crea una profunda afinidad y forma lazos eternos e irrompibles.
Es por eso
que no hay nada que esté por encima de esto.
"Fijarse
un tiempo". También con respecto al estudio de la Torá nos enseñan nuestros
sabios (Talmud Bablí Shabat 31a) que Hashém le va a preguntar a cada uno el día
del juicio, no sólo si estudió Torá, sino si fijó momentos para hacerlo.
Ya que
sólo la constancia y la frecuencia en las Mitzvot tienen la fuerza de producir
un cambio y hacer el efecto requerido sobre el alma. Lo que no es así con una
única vez, aunque sea una gran Mitzvá.
No cabe la
menor duda que es bueno y productivo dirigirse hacia Hashém en cualquier
momento que uno siente necesidad. En momentos alegres, o Hashém guarde,
tristes, ya que esta es una buena fórmula para perpetuar cada momento,
pero la principal eficiencia del HITBODEDUT es cuando se hace metódicamente.
Para
adoptar esta costumbre, no se puede esperar "que me salga de
adentro".
Es un
error pensar que únicamente en momentos especiales cuando el corazón se abre,
se puede hacer HITBODEDUT.
"Fijarse
un tiempo". Cada día hay que tener un momento predeterminado en el cual
sistemáticamente uno se sienta y se prepara a hablar con su Padre Celestial.
A veces el
corazón acompaña y otras no, puede ser que uno encuentre muchos temas para
hablar o tal vez directamente no sabe qué decir.
Pero de
todos modos, si se quiere adquirir destreza en este arte, es indispensable
determinarse un tiempo que esté enteramente consagrado para el HITBODEDUT. Más
tarde, con el tiempo, descubrirá que no alcanza el tiempo para contarle a
Hashém todo lo que queremos.
¿De donde
sacamos tiempo? Hay tantas obligaciones que apenas alcanza el día ¿y todavía
tenemos que descontar para HITBODEDUT?
La
respuesta es simplemente ¡sí!
Si
quisieras sinceramente, te puede sobrar tiempo. Inclusive la persona más ocupada
pasa una considerable parte del día en cosas improductivas, que no le van a
contribuir en absoluto a su mundo espiritual. ¿Cuántas cosas decimos durante el
día y después nos damos cuenta que hubiese sido preferible evitarlas? ¿O alguna
vez calculamos la cantidad de tiempo que pasamos en conversaciones con amigos
sobre temas insensatos que no agregan absolutamente nada?
Entonces,
tenemos palabras de más, ¿No seria más fructífero compartirlas con Hashém?
Si sólo la
mitad del tiempo que la gente pierde hablando, (Ej. en el teléfono), la consagraría
para el Rey del universo, estaríamos en un mundo mucho más agradable.
¿Cuánto es
el tiempo que se precisa por día para HITBODEDUT?
"Una
hora o más". Lo mínimo, nos dice el Rebe, es una hora diaria. Y de paso indica el
camino para los más valientes y leales luchadores: "o más", para
ellos no existen
límites, todo el día y sus acontecimientos mundanos se pueden convertir
en un permanente y activo diálogo con el Creador.
Como
mínimo "una hora". ¿Parece exagerado? ¿Imposible?
¿Te parece
inconcebible una llamada telefónica de una hora con tu padre, hermano,
hijo, o un íntimo amigo? Desde ya que no. Sabemos bien que muchas comunicaciones
duran tanto o más. ¿O perderías la oportunidad de exponer tus argumentos
durante una hora ante un multimillonario que te promete su ayuda si logras
demostrarle que eres merecedor de ella? ¿O ante cualquier hombre que tiene
posibilidad de satisfacer tu necesidad?
Toma
conciencia de lo siguiente:
• Estás
frente a quien todo lo bueno y bello del universo está en su poder y todo se maneja
según su decisión.
• Puedes
llegar hasta él sin pedir audiencia ni esperar turnos.
• Tus
palabras y pedidos serán correctamente interpretados y hasta mejor de lo que tú
mismo sabes expresarte.
• Sin duda
conseguirás orientación y consuelo.
¿Por qué
no es suficiente con menos de una hora?
En primer
lugar, cabe destacar, que cada instante y cada palabra es un beneficio eterno y
un éxito incomparable. También es cierto que como iniciación, cinco o diez
minutos diarios significan innegablemente un buen punto de partida, para que
con el correr del tiempo llegara a ser una hora completa.
Pero de la
misma manera queremos dejar claro, que una conversación extensa, sincera y
detallada, que fluya del corazón, abarcando y especificando punto por punto
cada tema, no puede llevarse a cabo en menos de una hora.
No se
descarta que en ciertas ocasiones uno se sienta conmovido por alguna razón
circunstancial y entonces se puede decir lo necesario en menos de éste tiempo.
Pero generalmente, el monotonismo de la vida empantana el corazón y entonces
sólo la reflexión y la conversación extensa pueden desempantanarlo y llegar a
los sectores más intrínsecos del alma.
Cuando nos
sentamos a hablar con alguien y le dedicamos una hora, significa que
verdaderamente estamos interesados en el encuentro, lo tomamos en serio.
¿No merece
Hashém que le brindemos por lo menos el mismo tiempo?
La hora
preestablecida para el HITBODEDUT tiene que ser real, es decir, un momento
libre de toda tarea, en el cual uno está descansado y lúcido. (Ej. Al comienzo
del día o por la noche antes de dormir).
Aparte de
lo antedicho, hay tiempos y fechas en los cuales, de acuerdo a nuestros
sabios, los portones celestiales son más accesibles a nuestras plegarias.
Estos son:
cada día en el momento de Jatzot, vísperas de Rosh Jodesh, el
mes de Elul, Purim, Janucá y por cierto en Shabat y Yom Tov.
Si bien no
a cada uno le resulta fácil establecerse para hacer HITBODEDUT durante la
noche, de todos modos es conveniente aunque sea una vez a la semana
(madrugada del viernes o Shabat) o al mes (puede ser la noche anterior a Rosh
Jodesh), estar despierto en éste importante momento y dedicar una hora para
sentarse frente a Hashém.
Rav Menajem Abdeljak
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