sábado, 14 de octubre de 2017

El Momento (Hitbodedut)



Rabí Najman nos revela:

El HITBODEDUT es un grado muy importante y superior a cualquier cosa, o sea, fijarse un tiempo de una hora o más, para retirarse a algún cuarto o al campo y desplegar su corazón ante Hashém con argumentos y excusas. Con palabras de persuasión, insistiendo e implorando que lo acerque hacia él y lo fortalezca para poder servirlo devotamente. (Likutéy Moharán 2-25).

"Superior a cualquier cosa". En la cima de las categorías está ubicado el HITBODEDUT. ¿O acaso existe un escalafón más alto para un mortal, que el de estar en contacto permanente con su creador? ¿O quizá le falta algo a aquel que frecuenta la casa del dueño del mundo y de todo lo que uno pueda necesitar?

Cada HITBODEDUT es una audiencia personal con el Creador. Y a medida que se va haciendo fijo, crea una profunda afinidad y forma lazos eternos e irrompibles.
Es por eso que no hay nada que esté por encima de esto.
"Fijarse un tiempo". También con respecto al estudio de la Torá nos enseñan nuestros sabios (Talmud Bablí Shabat 31a) que Hashém le va a preguntar a cada uno el día del juicio, no sólo si estudió Torá, sino si fijó momentos para hacerlo.

Ya que sólo la constancia y la frecuencia en las Mitzvot tienen la fuerza de producir un cambio y hacer el efecto requerido sobre el alma. Lo que no es así con una única vez, aunque sea una gran Mitzvá.
No cabe la menor duda que es bueno y productivo dirigirse hacia Hashém en cualquier momento que uno siente necesidad. En momentos alegres, o Hashém guarde, tristes, ya que esta es una buena fórmula para perpetuar cada momento, pero la principal eficiencia del HITBODEDUT es cuando se hace metódicamente.

Para adoptar esta costumbre, no se puede esperar "que me salga de adentro".
Es un error pensar que únicamente en momentos especiales cuando el corazón se abre, se puede hacer HITBODEDUT.
"Fijarse un tiempo". Cada día hay que tener un momento predeterminado en el cual sistemáticamente uno se sienta y se prepara a hablar con su Padre Celestial.

A veces el corazón acompaña y otras no, puede ser que uno encuentre muchos temas para hablar o tal vez directamente no sabe qué decir.
Pero de todos modos, si se quiere adquirir destreza en este arte, es indispensable determinarse un tiempo que esté enteramente consagrado para el HITBODEDUT. Más tarde, con el tiempo, descubrirá que no alcanza el tiempo para contarle a Hashém todo lo que queremos.

¿De donde sacamos tiempo? Hay tantas obligaciones que apenas alcanza el día ¿y todavía tenemos que descontar para HITBODEDUT?
La respuesta es simplemente ¡sí!

Si quisieras sinceramente, te puede sobrar tiempo. Inclusive la persona más ocupada pasa una considerable parte del día en cosas improductivas, que no le van a contribuir en absoluto a su mundo espiritual. ¿Cuántas cosas decimos durante el día y después nos damos cuenta que hubiese sido preferible evitarlas? ¿O alguna vez calculamos la cantidad de tiempo que pasamos en conversaciones con amigos sobre temas insensatos que no agregan absolutamente nada?

Entonces, tenemos palabras de más, ¿No seria más fructífero compartirlas con Hashém?

Si sólo la mitad del tiempo que la gente pierde hablando, (Ej. en el teléfono), la consagraría para el Rey del universo, estaríamos en un mundo mucho más agradable.

¿Cuánto es el tiempo que se precisa por día para HITBODEDUT?
"Una hora o más". Lo mínimo, nos dice el Rebe, es una hora diaria. Y de paso indica el camino para los más valientes y leales luchadores: "o más", para ellos no existen límites, todo el día y sus acontecimientos mundanos se pueden convertir en un permanente y activo diálogo con el Creador.

Como mínimo "una hora". ¿Parece exagerado? ¿Imposible?
¿Te parece inconcebible una llamada telefónica de una hora con tu padre, hermano, hijo, o un íntimo amigo? Desde ya que no. Sabemos bien que muchas comunicaciones duran tanto o más. ¿O perderías la oportunidad de exponer tus argumentos durante una hora ante un multimillonario que te promete su ayuda si logras demostrarle que eres merecedor de ella? ¿O ante cualquier hombre que tiene posibilidad de satisfacer tu necesidad?

Toma conciencia de lo siguiente:

• Estás frente a quien todo lo bueno y bello del universo está en su poder y todo se maneja según su decisión.
• Puedes llegar hasta él sin pedir audiencia ni esperar turnos.
• Tus palabras y pedidos serán correctamente interpretados y hasta mejor de lo que tú mismo sabes expresarte.
• Sin duda conseguirás orientación y consuelo.
¿Por qué no es suficiente con menos de una hora?
En primer lugar, cabe destacar, que cada instante y cada palabra es un beneficio eterno y un éxito incomparable. También es cierto que como iniciación, cinco o diez minutos diarios significan innegablemente un buen punto de partida, para que con el correr del tiempo llegara a ser una hora completa.

Pero de la misma manera queremos dejar claro, que una conversación extensa, sincera y detallada, que fluya del corazón, abarcando y especificando punto por punto cada tema, no puede llevarse a cabo en menos de una hora.

No se descarta que en ciertas ocasiones uno se sienta conmovido por alguna razón circunstancial y entonces se puede decir lo necesario en menos de éste tiempo. Pero generalmente, el monotonismo de la vida empantana el corazón y entonces sólo la reflexión y la conversación extensa pueden desempantanarlo y llegar a los sectores más intrínsecos del alma.

Cuando nos sentamos a hablar con alguien y le dedicamos una hora, significa que verdaderamente estamos interesados en el encuentro, lo tomamos en serio.
¿No merece Hashém que le brindemos por lo menos el mismo tiempo?

La hora preestablecida para el HITBODEDUT tiene que ser real, es decir, un momento libre de toda tarea, en el cual uno está descansado y lúcido. (Ej. Al comienzo del día o por la noche antes de dormir).

Aparte de lo antedicho, hay tiempos y fechas en los cuales, de acuerdo a nuestros sabios, los portones celestiales son más accesibles a nuestras plegarias.

Estos son: cada día en el momento de Jatzot, vísperas de Rosh Jodesh, el mes de Elul, Purim, Janucá y por cierto en Shabat y Yom Tov.
Si bien no a cada uno le resulta fácil establecerse para hacer HITBODEDUT durante la noche, de todos modos es conveniente aunque sea una vez a la semana (madrugada del viernes o Shabat) o al mes (puede ser la noche anterior a Rosh Jodesh), estar despierto en éste importante momento y dedicar una hora para sentarse frente a Hashém.

Rav Menajem Abdeljak

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