martes, 3 de octubre de 2017

HABILIDAD (Hitbodedut)




Del convocado heroico a unirse a los luchadores de la libertad, pasaremos al aprendizaje mismo.
Instruirse puede resultar extenso y arduo, pero ya hemos aprendido que ninguna habilidad es posible adquirir sin sacrificio y ejercitación continua.

El arte del HITBODEDUT, no es sólo como anticipamos, una clase de "Arte Marcial", sino que también tiene gran similitud con el arte de la pintura. Cuando comienza a aprender pintura, el estudiante descubrirá rápidamente que para obtener una buena obra de arte no alcanza con un mes o una semana de estudios. Mucho es el tiempo necesario para conocer los distintos elementos y la diferencia entre ellos.

La pintura al óleo mancha mucho, es un producto difícil de lavar con agua y es utilizado generalmente para pintar sobre tela, no sobre papel.

La pintura al agua es mucha más delicada y es muy difícil de modificar lo hecho.

En esta clase de pinturas no existe el color blanco y es necesaria mucha maña para aprovechar la hoja como fondo. 
La pintura carbónica nos transporta al mundo del blanco y negro. Acá, la calidad se mide de acuerdo a la habilidad para crear diferentes tonos sobre la base de un único color.

No únicamente los colores y su respectiva naturaleza hay que conocer. Sino que la parte tal vez más compleja al momento de pintar, es saber obtener nuevos colores sobre la base de otros ya existentes, interpretar correctamente lo que se ve: colores, formas, sombras, líneas, etc. Medir y traducir tamaño y distancia y montar adecuadamente las proporciones y relaciones entre las distintas partes de la imagen. Saber dibujar movimientos, vida, etc.

Más tarde están los estilos. Por un lado el realista que pone hincapié en transportar exactamente la realidad al papel y por el otro el surrealista que no le interesan demasiado los detalles y su labor se limita a convertir ideas abstractas en colores y formas aun si no todo lo que se ve en la imagen aparece en la vida real.

Todo lo antedicho con respecto a la pintura y muchísimo mas, corresponde en esta especialidad llamada HITBODEDUT.

Los materiales son las palabras. Al igual que los colores, hay que aprender a conocerlas y combinarlas. A veces, en momentos difíciles, el tono de la Tefilá suele parecer un tanto duro, mientras que en otras ocasiones es más humilde o lenguajes de conciliación y súplica. 
Siempre según el momento que el ser humano está atravesando.

Pero más allá del estilo y tono, tenemos que saber darle vida a las palabras.

¿A que nos referimos? 

El Rebe nos enseña que así como las  “letras", para poder pronunciarse, necesitan de las vocales que son las que dan vida.
Del mismo modo, la atención y la energía que uno introduce en las palabras, les dan sentido y vida. (Ver Likuté Moharán 1-31)

Un alma vacía y pobre, también sus expresiones serán del mismo modo. Mientras que un alma rica, que busca el bien y pretende elevarse emite letras y frases colmadas de luz y vigor. Éste es otro de los detalles a aprender.

A pesar de haber asemejado el HITBODEDUT a algunas habilidades terrenales, diremos que la diferencia entre ellos es muy notable, ya que en las especialidades materiales recién una vez terminados los estudios sale el alumno a practicar lo aprendido y es solo en aquel momento que empieza a demostrar sus conocimientos y habilidades. Lo que no es así en el arte del HITBODEDUT, donde en ningún momento se puede decir que el alumno esta ya lo suficiente claro como para poder suspender el aprendizaje.

Sin embargo, a partir del primer intento, de la primera palabra de Tefilá, ya es considerado un luchador, ya se afilió a las tropas de la luz, tal como hemos citado anteriormente que "Toda Tefilá", sin excepción, "de cada persona, es parte de la revelación Divina".

La purificación y saneamiento del alma, la evaporación de la tiniebla y la disipación de la oscuridad que la recubre, como también la realización de la espada del Mashiaj, se lleva a cabo de inmediato, incluso tratándose de un inexperto. 

Todo HITBODEDUT, toda petición personal dirigida al Creador, significa un éxito para el alma. De aquí en adelante será su tarea avanzar infinitamente, desarrollarse y perfeccionarse.

Para desempeñarse como soldado en el ejército de Hashém con todas las energías, para liberarse verdaderamente y por mucho tiempo de las garras del mal, es indispensable estudiar y adiestrarse.

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