lunes, 18 de septiembre de 2017

¿QUÉ SIGNIFICA HITBODEDUT?



Conversar con Hashém en mi idioma, con mi vocabulario y mi singular estilo, esto es HITBODEDUT. "Como conversar con un íntimo amigo", nos enseña Rabí Najman.

No solamente en tiempos dificultosos, cuando las cosas se tornan complicadas, sino a diario hay que buscar un momento y un lugar tranquilo y ahí con tus simples palabras conversar con Hashém.

El HITBODEDUT, de acuerdo a las enseñanzas de Rabí Najman, significa expresarse delante del Todopoderoso abiertamente, conversar con él explayadamente. ¿Te parece que no tienes nada para decir? ¿Cómo es posible eso? ¿Y qué pasa con todas esas sensaciones que nos circulan por el corazón a diario o incluso varias veces al día? ¿Cuántas cosas nos perturban? ¿O cuántos deseos que nunca pudimos satisfacer por uno u otro inconveniente?

¿Quién no tiene algún problema sin resolver, o una duda sin descifrar? ¿Acaso puede alguien afirmar que ningún miedo lo perturba? ¿Y que pasa con las incertidumbres? Qué hacer, adónde ir, qué decisión tomar, etc. ¿Cuántas dificultades y peligros atraviesa el pueblo judío en estos momentos? ¿Tenemos derecho a desentendernos de nuestros hermanos que sufren y esperan la salvación de Hashém? 

Y nosotros mismos, ¿no necesitamos también de la ayuda divina para nuestra salud y bienestar? ¿Por la educación de nuestros hijos en tiempos de deterioración de valores? ¿Y en general por todos nuestros seres queridos, familiares, compañeros, etc.? Todo esto, y mucho más detallado, hay que convertirlo en una conversación íntima con nuestro padre celestial.

Es muy probable que en un comienzo te sientas un poco desorientado o incluso ridículo, de estar hablando con alguien a quien no podes ver ni imaginar, con el propio Hashém del universo. Pero piensa esto ¿Cuánta gente en el mundo se dirige diariamente al Creador y le rezan, en momentos de sufrimientos o por alguna otra razón? ¿Entonces cómo puede ser que justamente nosotros, sus hijos predilectos, quienes recibimos su Torá y somos sus delegados en éste mundo, quedemos enmudecidos ante nuestro propio padre? ¿Puede ser acaso que nuestro Hashém, que nos es tan cercano, que está siempre disponible, que nos quiere, se preocupa por cada uno hasta el más mínimo detalle y nos atiende con inmensa misericordia, nos resulte extraño o lejano?

La Torá dice: "¿Qué otro gran pueblo existe, que tiene un Hashém cercano siempre que lo llaman?"(Deuteronomio 4-7).
Es decir, que siempre tenemos al Creador del universo muy cerca de nosotros. Pero eso sí, "siempre que lo llaman", o sea, que nuestra parte es la de acercamos a pedirle, a establecer relación, a desarrollar una confianza, una sensación de proximidad. ¿Y como se hace esto?"Por cuanto es muy cercana a ti esta cosa en tu corazón y en tu boca" (Deut. 30-14). Boca y corazón tenemos todos, sólo falta abrir la boca y enseñarle al corazón a sentir la Divinidad. 

A medida que nos acostumbremos a conversar con Hasém descubriremos gradualmente que no es un simple monólogo sino que percibiremos que él nos escucha e incluso nos responde a través de su ayuda y podremos también darnos cuenta que se trata de un perfecto diálogo en el cual él nos contesta por medio de todos nuestros acontecimientos. 

Entonces encontraremos sus huellas en todas las rutas de la vida, también en aquellos rincones que hasta el momento nos parecían oscuros y desolados.

En los momentos más difíciles y tristes llegaremos a experimentar su abrazo de manera muy palpable y expresiva y su afectuosa mano guiadora nos será perfectamente notable.

Tal como esta escrito:"Tú fuiste demostrado que tu Hashém es el omnipotente, fuera de El no existe otro" (Deut. 4-35)


Rav Menajem Abdeljak

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