lunes, 25 de septiembre de 2017

Modulo Nº 3- Kabbaláh Inicial



                                        LA DEFINICIÓN DEL CONCEPTO DE SEFIROT

La voluntad del Creador se revela al crear los mundos. 
Como señalamos anteriormente, podemos diferenciar entre lo que El Creador puede hacer, y lo que hace en la práctica. El primer aspecto se refiere a la voluntad Divina infinita e ilimitada, dimensión a la que los cabalistas denominan Ein sof.

El segundo aspecto se refiere al creador limitando Su voluntad a fin de crear el mundo, actuando acorde a la limitación de sus facultades. A esta voluntad limitada los cabalistas la denominan sefirot. La voluntad limitada –sefirot– era una parte oculta y secreta del Creador, esencia divina que existía antes de que los mundos devinieran en su realidad física en el momento mismo de la Creación.

Asi como la voluntad del hombre es parte de su esencia oculta, y solo se manifiesta cuando pasa de la potencia al acto, lo mismo sucede en el caso del Creador. El Eterno podría haber creado otra clase de mundos, pero Él quiso crearlos de esta manera para alcanzar el objetivo que se fijó a sí mismo. 
El Creador quiso que su voluntad limitada se revelara a través de las Sefirot, es decir, a través de diez atributos espirituales son: Keter (corona), Jojma (sabiduría), Bina (entendimiento), Jesed (bondad), Gevura (poder), Tiferet (belleza), Netzaj (victoria), Hod(esplendor), Yesod (fundamento) y Maljut (reino).

Las sefirot son revelaciones de la voluntad Divina. Por ejemplo: cuando El Creador quiere manifestar Su atributo de bondad, actúa por medio de la sefira de jesed, y cuando quiere revelar Su característica de poder, actúa por medio de la sefira de gevura. 

La existencia misma de la bondad y el poder indican que El Creador quiso esta realidad, la cual se manifestó a través de las sefirot correspondientes. Es decir, toda acción que esté ligada a una de esas características, por ejemplo, la de bondad, tiene su raíz espiritual individual en los mundos superiores; y lo mismo sucede con las acciones ligadas a los demás atributos, Esta raíces son iluminaciones; son la expansión de la Voluntad Divina, cuya fuente es el infinito y las sefirot son los instrumentos a través de los cuales se expande la luz del mismo.

En otras palabras, las sefirot son el instrumento del que se vale la voluntad Divina para revelarse. 
Cuando la luz Infinita –que es la voluntad misma del Creador- se difunde a través de la sefira de jesed, la raíz que emerge de esta sefira es la fuerza espiritual que otorga existencia y sostiene los actos de entrega y generosidad de los que somos testigos en nuestro mundo. Ya que no hay ninguna acción que no esté ligada a una de las diez sefirot, concluimos entonces que las sefirot son el instrumento por medio del cual se revela la Voluntad Divina, es decir, la voluntad de otorgar existencia y sustentar la realidad entera en todos sus detalles. La relación entre el cuerpo y el alma se asemeja a la relación del Ein Sof– Infinito- con las sefirot.

Para acercarnos más al concepto de sefirot podemos tomar como ejemplo la relación que existe entre el cuerpo y el alma. Nuestro cuerpo está compuesto de muchos órganos, y a cada uno le corresponde una función específica: los ojos ven, los oídos oyen, etc. Todos los órganos del cuerpo están regidos por el alma (nos referimos a los tres niveles en conjunto: nefesh, ruaj y neshama). 
El alma es la fuerza concreta e indivisible que vitaliza y activa a todos los órganos del cuerpo humano. Aunque el alma sea una sola fuerza, cuando activa los ojos, el resultado es la visión y cuando la misma fuerza espiritual activa los oídos, la consecuencia es el oír. Otro ejemplo: una corriente eléctrica proveniente de una sola fuente; cuando activa a un acondicionador de aire el resultado que se obtiene es el aire frio; cuando la misma corriente eléctrica activa un radiador, el resultado será aire caliente. ¿Cómo es posible? El motivo es muy simple: aunque la corriente eléctrica es la misma, los instrumentos activados por ella difieren. Lo mismo sucede en nuestro cuerpo.

El alma es una sola fuerza espiritual, pero cuando está activa los ojos, el resultado es la visión y así sucede con todos los órganos. Volviendo a nuestro tema de análisis diremos que el infinito es una unidad completa, una absoluta perfección, de modo que no podemos adjudicarle al Creador atributos tales como la ira o la compasión, porque se estaría violando la unidad. Las sefirot son los instrumentos que utiliza el Creador para actuar a través de ellos. Cuando El Eterno quiere obrar con su generosidad, envía su luz y su voluntad a través de lasefira de jesed, y el resultado de esta acción es lo que conocemos y definimos como entrega o generosidad.

Las sefirot son los actos del Creador, y por lo tanto reciben en su interior la esencia de la luz Infinita, la esencia de la Voluntad de El Eterno, y cada una de ellas actúa conforme a las características y a las cualidades que les asigno El Creador. Las sefirot son la propagación de la Santidad y el resplandor superiores Hasta aquí recalcamos que las sefirot son poderes del Creador y su voluntad de dar existencia a las criaturas y mantenerlas vivas. Además de su acción en el plano material. Las sefirot ejercen su influencia y otorgan abundancia espiritual y Santidad a todos los seres vivos merecedores de ello, de modo que los hombres puedan ejercer el servicio a su creador, ascendió espiritualmente hasta llegar a un total apego a Hashem. El creador es la fuente de la santidad, la pureza y la perfección, y de Él salen las luces, la esencia infinita que influye en Sus criaturas.

Cada ser creado posee los medios para percibir estas iluminaciones de Santidad. Cuando un hombre hace el bien, atrae hacia si santidad y pureza, y merece regocijarse con el resplandor de la divina Presencia. Esta propagación de la Santidad y la Iluminación superiores se efectúa a través de las sefirot. Las mismas son los canales conductores de la influencia espiritual que llega a los seres creados
Las sefirot como modelos del proceso de configuración de toda la realidad Las sefirot son modelo y ejemplo de cómo se produce la materialización de la creación, y no solo la primera creación descrita en el Génesis exclusivamente. 

Todo tipo de existencia, en todos sus niveles desde siempre, surge de acuerdo al modelo que fijo el Eterno en la Creación del mundo, y el cual se expresa en la estructura de las sefirot.
El principio de concatenación de causa y efecto, el principio de progresión gradual, es decir, la idea primaria de todos los procesos de desarrollo, se expresan ante todo en las sefirot

Estas son el devenir de la existencia de toda la realidad. Resumen Definimos a las sefirot desde diferentes puntos de vista, pero debemos recordar que , independiente de cómo lo hagamos, debemos tener siempre presente los siguiente puntos:
1) las sefirot no están separadas del Creador, sino que son la luz emanada de El para servir a la creación, 
2) las acciones de las sefirot son iluminaciones enviadas por El Creador, Centelleo de luz espiritual que se expande desde su fuente y que toma contacto con las criaturas aunque sin desconectarse de su origen, 
3) las sefirot están ligadas unas a otras y obran fusionando sus fuerzas y cualidades, 
4) el resultado de las sefirot y la consecuencia de sus actos conforman la realidad en su totalidad.

“Los mundos de Atzilut, Briá, Ietzirá y Asiá (Emanación, Creación, Formación y Acción)” 
Todo lo que se encuentra por sobre el Mundo de la Emanación pertenece al Mundo del Infinito, y en cuanto a la concatenación causa y efecto, la principal revelación de la Voluntad Divina comienza en el Mundo de la Emanación (Atzilut). En este mundo se encuentra la raíz de la conducción del bien y del mal - correspondiente a los seres dotados de libre elección- mientras que en los mundos superiores al de la Emanación, se encuentran la conducción futura, regida exclusivamente por el bien, ya que en el futuro se revelará la unicidad del Creador y no existirá ninguno de los aspectos del mal.

En el contexto de la concatenación, el mundo que se encuentra por sobre el de la Emanación es el Mundo del Hombre Primordial (Adam Kadmón),y si queremos comparar entre estos dos mundos, diremos que difieren entre sí como la voluntad y el pensamiento. La voluntad es una forma abstracta e ilimitada, mientras que el pensamiento representa parte de la voluntad, la parte más relevante y relacionada con el objetivo último. En resumen, el Mundo de la Emanación es el Mundo del Pensamiento y el del Hombre Primordial el Mundo de la Voluntad. 

En el Mundo del Hombre Primordial no existen sefirot ni Rostros -partzufim- ni nombres ni apelaciones, sino que se trata de una luz simple y una voluntad simple. Todas las descripciones de sefirot o Rostros que hacen referencia al Hombre Primordial, se usan para facilitar nuestra comprensión y sólo con este objetivo.
Ciertamente es el Mundo de la Emanación donde se revelan las diez sefirot, y es en este mundo donde se reveló la fuente de la Emanación bajo el Nombre de las cuatro letras, el Tetragrama. Este Nombre constituye la mayor revelación del Mundo de Atzilut, en el que la esencia original de Emanación, la esencia de la Luz Infinita, se reviste en las sefirot de la Emanación, se une a ellas en perfecta unión, y a través de dicha unidad se revela el Nombre sagrado de El Eterno, conocido como YHVH. 

Así como el Nombre YHVH surge en el Mundo de la Emanación, el Nombre Elohim se revela en los Mundos de la Creación, Formación y Acción. Esto es sugerido en la Torá en el acto de la Creación cuando el versículo utiliza el Nombre Elohim y no el Tetragrama, ya que el relato de la Creación apunta a los Mundos de Creación, Formación y Acción, y no al mundo de la Emanación. El Mundo de la Emanación es pura Divinidad, y se lo denomina también “el Mundo del Pensamiento” para diferenciarlo de los otros tres, a partir de los cuales comienza el Mundo de la Escisión, la realidad de objetos diferenciados entre sí.
“La diferencia entre los mundos” La diferencia fundamental y esencial entre el Mundo de la Emanación y los Mundos de Creación, formación y Acción, reside en que la Emanación es una forma superior de la realidad, en la cual no se unifica la Luz Infinita con este mundo convirtiéndose en unidad, y es por eso que el Mundo de la Emanación es absoluta Divinidad. Las acciones del Mundo de la Emanación son acciones exclusivas de la esencia divina, sin ningún otro partícipe, mientras que en los Mundos de Creación, Formación y Acción se revela una parte de la manifestación de la Voluntad Divina, la revelación de la realidad que está diferenciada y separada de Hashem. 

Ésta es la distinción principal entre el Mundo de la Emanación y los otros Mundos, ya que la separación y la diversidad existen en estos mundos, mientras que lo que reina en el Mundo de la Emanación es la perfecta unidad. Es por esta razón que resulta imposible describir con adjetivos propios de la Divinidad ninguna realidad que pertenezca a los Mundos de Creación, Formación y Acción, y si queremos relacionar Su esencia con la realidad de estos mundos, diremos que El Creador es su Amo (Adón), nombre que indica que Él no esta unido esencialmente a la realidad de estos mundos.

LAS SEFIROT DEL PENSAMIENTO KETER, JOJMA Y BINA

La sefira de Keter (corona) Mencionamos arriba que toda acción comienza en la voluntad siendo las sefirot la raíz de todo lo que sucede en nuestro mundo, debemos examinar su particular estructura y la ligazón secuencial que existe entre ellas. Si comprendemos como están compuestas las sefirot podremos comprender la estructura de toda la realidad, a todo nivel. A través del método de la concatenación de las sefirot y su desarrollo podemos deducir el proceso de realización de todo lo existente y su evolución. No debemos olvidar que todo acto humano, al nivel que fuera, también se efectúa de acuerdo a leyes fijas y ordenadas, también se efectúa de acuerdo a leyes fijas y ordenadas, establecidas en las sefirot. La sefira de Keter (corona), es la sefira de la voluntad, el aspecto de la voluntad Divina de otorgar existencia y mantener vivo todo lo que nos rodea, lo mismo que de realizar cada acción. La sefira de Keter es la primera Emanación, es decir, la primera revelación o iluminación que propago El Creador en el proceso de revelación de su voluntad a Sus criaturas. Este proceso de revelación continúa luego en la concatenación del resto de las sefirot.

La sefira de Keter es como la corona del rey. Asi como ella no es parte del cuerpo del rey sino un ornamento en su cabeza, la sefira de Keter no es parte de las sefirot sino que las circunda. De modo similar, la voluntad humana y desde arriba el proceso de la acción, pero no forma parte de ella. A la sefira de Keter se la denomina – nada- para indicarnos que la Voluntad Divina esta oculta ante nuestros ojos y tampoco se revela en los actos del Creador. Por eso se dice:, es decir, está prohibido investigar e inquirir en nada de lo que se refiere a la voluntad del Creador, Quien es para nosotros . También en el acto de un hombre se manifiesta la voluntad de realizarlo, pero nada más que esto. De la acción misma no se puede determinar el porqué de tal voluntad sino solamente su existencia.

La Cábala responde a interrogantes como de creación de las cosas, es su naturaleza y su función, pero no responde al fue hecho de esta manera y no de otra. La respuesta a esta formulación se encuentra en el aspecto desconocido al que no tenemos ningún acceso: . Y aunque la voluntad es el origen de una acción, no existe ninguna acción realizada en el vacío; cada evento y cada acción provienen de una fuente que les precedió. Y siendo así, ¿Cuál es la fuente y la raíz de la voluntad humana? ¿De dónde proviene el deseo de obrar de una manera y no de otra? La respuesta es que la fuente y la raíz de la voluntad es nuestra neshama, que se encuentra en el interior de cada uno de nosotros, y es la fuente y la raíz de la voluntad. De hecho, los seres humano se diferencian unos de otros en sus actos porque sus voluntades difieren entre si, y esto se produce porque sus almas son diferentes. 

La sefira de Keter se divide en dos. Por un lado está ligada a su raíz a la Divinidad que existe en toda realidad de acuerdo a su nivel, es decir, al de dicha realidad. Por otra parte el Keter es la voluntad de continuar la acción hasta concretar la voluntad. Estas dos partes del Keter están descritas en el tratado de Avot 3:1:. El termino hebreo utilizado para < de donde> es – nada- y la cábala explica que todo proviene , el principio de tu existencia es , del Keter, de la voluntad Divina, y tú debes continuar realizando esa voluntad. Debes saber de dónde provienes y hacia dónde vas.

La sefira de jojma (sabiduría) En contraposición al Keter que circunda la mente del hombre, centellea dentro de la mente el comienzo del pensamiento, asociado a la sefira de jojma. Después de despertarse la voluntad (Keter), brilla en la mente la idea general de como materializar la voluntad llevándola a la práctica. 
Por ejemplo, si un hombre desea construir una casa, el primer paso seda a nivel de Keter, o sea la voluntad; en el paso siguiente se dibuja en su mente la idea de un cuadro general de como deberá verse dicha casa. Esta etapa es la asociada a la sefira de jojma. Así como la idea general es el estadio posterior al de la voluntad, del mismo modo la sefira de jojma se desprende de la sefira de Keter.

A este nivel solo existe la idea de un modo general, más los detalles continúan aun ocultos. La idea se halla en lo profundo del pensamiento, y en esta etapa del proceso se habla en forma global, como de una materia prima que no ha sido elaborada aun en todos sus detalles.

Los mismos se revelaran en la sefira de bina (entendimiento).

La sefira de bina (entendimiento) En la etapa siguiente, reflexiona el hombre en su intelecto para considerar y analizar la idea general que apareció en su mente. El termino hebreo bina comparte raíz con la expresión hitbonenut que significa contemplar, reflexionar, acto que lleva al hombre a observar en detalle lo que hasta ahora aparecía en forma general. La idea que brillo en el estadio anterior, el nivel de jojma, es una idea general que aspira expandirse ilimitadamente. Aquí llega la sefira de bina que fija los límites a esa idea general, escudriña y revisa esa idea, la divide en partes y si tal idea es aceptada, entonces continuara la bina construyéndola, desarrollándola a cabo. Mas todo esto se realiza después que la bina circunscribió y delimito los ámbitos de la jojma. La bina es la matriz de los detalles. Puede compararse a la formación de un bebe, comenzando por el semen del padre que contiene todos los órganos del niño, con todos sus elementos y detalles pero en forma muy general; luego viene la etapa del embarazo, tiempo en el que se desarrolla en el vientre de la madre, y de su forma general van surgiendo los detalles. Hasta el momento del nacimiento aun estos no son conocidos. Esto es análogo al estadio de la sefira jojma, que es un nivel general, mientras que la sefira de bina es el nivel de fertilización y desarrollo.

La sefira de bina particulariza los detalles de la sefira de jojma, aunque, paralelamente, la define y le pone límites. La sefira de bina pone coto a la aspiración de expansión ilimitada de la sefira de jojma. Y aunque la bina en cierto sentido se opone a la jojma, tal antagonismo no representa una fuerza destructiva sino que, por el contrario, la construye. Jojma y bina se complementan mutuamente. 

En el sefer Ietzira (1:4) está escrito:, es decir, que la jojma y la bina se complementan una con la otra. Las sefirot de Keter, jojma y bina conforman la dimensión del pensamiento, que es el plano que precede a la acción, El Keter se refiere a quien realiza la acción, mientras que jojma y bina hacen referencia a la acción misma. La jojma es la primera etapa del proceso de creación de lo existente. 

El Keter está conectado con el Creador, y como jojma es el primer paso en el proceso de existencia, podemos comprender el versículo de los (salmos 104): < Hiciste a todos con sabiduría>, aludiendo a que toda acción comienza con jojma.

Rabí Lejel Bar Lev


Lekabel Toráh

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