LA DEFINICIÓN DEL CONCEPTO DE SEFIROT
La voluntad del Creador se revela al crear los mundos.
Como
señalamos anteriormente, podemos diferenciar entre lo que El Creador puede
hacer, y lo que hace en la práctica. El primer aspecto se refiere a la voluntad
Divina infinita e ilimitada, dimensión a la que los cabalistas denominan Ein
sof.
El segundo aspecto se refiere al creador limitando Su
voluntad a fin de crear el mundo, actuando acorde a la limitación de sus
facultades. A esta voluntad limitada los cabalistas la denominan sefirot. La
voluntad limitada –sefirot– era una parte oculta y secreta del Creador, esencia
divina que existía antes de que los mundos devinieran en su realidad física en
el momento mismo de la Creación.
Asi como la voluntad del hombre es parte de su esencia
oculta, y solo se manifiesta cuando pasa de la potencia al acto, lo mismo
sucede en el caso del Creador. El Eterno podría haber creado otra clase de
mundos, pero Él quiso crearlos de esta manera para alcanzar el objetivo que se
fijó a sí mismo.
El Creador quiso que su voluntad limitada se revelara a través
de las Sefirot, es decir, a través de diez atributos espirituales son: Keter
(corona), Jojma (sabiduría), Bina (entendimiento), Jesed (bondad), Gevura
(poder), Tiferet (belleza), Netzaj (victoria), Hod(esplendor), Yesod
(fundamento) y Maljut (reino).
Las sefirot son revelaciones de la voluntad Divina. Por
ejemplo: cuando El Creador quiere manifestar Su atributo de bondad, actúa por
medio de la sefira de jesed, y cuando quiere revelar Su característica de
poder, actúa por medio de la sefira de gevura.
La existencia misma de la bondad
y el poder indican que El Creador quiso esta realidad, la cual se manifestó a
través de las sefirot correspondientes. Es decir, toda acción que esté ligada a
una de esas características, por ejemplo, la de bondad, tiene su raíz
espiritual individual en los mundos superiores; y lo mismo sucede con las
acciones ligadas a los demás atributos, Esta raíces son iluminaciones; son la
expansión de la Voluntad Divina, cuya fuente es el infinito y las sefirot son
los instrumentos a través de los cuales se expande la luz del mismo.
En otras palabras, las sefirot son el instrumento del que se
vale la voluntad Divina para revelarse.
Cuando la luz Infinita –que es la
voluntad misma del Creador- se difunde a través de la sefira de jesed, la raíz
que emerge de esta sefira es la fuerza espiritual que otorga existencia y
sostiene los actos de entrega y generosidad de los que somos testigos en
nuestro mundo. Ya que no hay ninguna acción que no esté ligada a una de las
diez sefirot, concluimos entonces que las sefirot son el instrumento por medio
del cual se revela la Voluntad Divina, es decir, la voluntad de otorgar
existencia y sustentar la realidad entera en todos sus detalles. La relación
entre el cuerpo y el alma se asemeja a la relación del Ein Sof– Infinito- con
las sefirot.
Para acercarnos más al concepto de sefirot podemos tomar
como ejemplo la relación que existe entre el cuerpo y el alma. Nuestro cuerpo
está compuesto de muchos órganos, y a cada uno le corresponde una función
específica: los ojos ven, los oídos oyen, etc. Todos los órganos del cuerpo
están regidos por el alma (nos referimos a los tres niveles en conjunto:
nefesh, ruaj y neshama).
El alma es la fuerza concreta e indivisible que
vitaliza y activa a todos los órganos del cuerpo humano. Aunque el alma sea una
sola fuerza, cuando activa los ojos, el resultado es la visión y cuando la
misma fuerza espiritual activa los oídos, la consecuencia es el oír. Otro
ejemplo: una corriente eléctrica proveniente de una sola fuente; cuando activa
a un acondicionador de aire el resultado que se obtiene es el aire frio; cuando
la misma corriente eléctrica activa un radiador, el resultado será aire
caliente. ¿Cómo es posible? El motivo es muy simple: aunque la corriente
eléctrica es la misma, los instrumentos activados por ella difieren. Lo mismo
sucede en nuestro cuerpo.
El alma es una sola fuerza espiritual, pero cuando está
activa los ojos, el resultado es la visión y así sucede con todos los órganos.
Volviendo a nuestro tema de análisis diremos que el infinito es una unidad
completa, una absoluta perfección, de modo que no podemos adjudicarle al
Creador atributos tales como la ira o la compasión, porque se estaría violando
la unidad. Las sefirot son los instrumentos que utiliza el Creador para actuar
a través de ellos. Cuando El Eterno quiere obrar con su generosidad, envía su
luz y su voluntad a través de lasefira de jesed, y el resultado de esta acción
es lo que conocemos y definimos como entrega o generosidad.
Las sefirot son los actos del Creador, y por lo tanto
reciben en su interior la esencia de la luz Infinita, la esencia de la Voluntad
de El Eterno, y cada una de ellas actúa conforme a las características y a las
cualidades que les asigno El Creador. Las sefirot son la propagación de la
Santidad y el resplandor superiores Hasta aquí recalcamos que las sefirot son
poderes del Creador y su voluntad de dar existencia a las criaturas y
mantenerlas vivas. Además de su acción en el plano material. Las sefirot
ejercen su influencia y otorgan abundancia espiritual y Santidad a todos los
seres vivos merecedores de ello, de modo que los hombres puedan ejercer el
servicio a su creador, ascendió espiritualmente hasta llegar a un total apego a
Hashem. El creador es la fuente de la santidad, la pureza y la perfección, y de
Él salen las luces, la esencia infinita que influye en Sus criaturas.
Cada ser creado posee los medios para percibir estas
iluminaciones de Santidad. Cuando un hombre hace el bien, atrae hacia si
santidad y pureza, y merece regocijarse con el resplandor de la divina
Presencia. Esta propagación de la Santidad y la Iluminación superiores se
efectúa a través de las sefirot. Las mismas son los canales conductores de la
influencia espiritual que llega a los seres creados.
Las sefirot como modelos
del proceso de configuración de toda la realidad Las sefirot son modelo y
ejemplo de cómo se produce la materialización de la creación, y no solo la
primera creación descrita en el Génesis exclusivamente.
Todo tipo de
existencia, en todos sus niveles desde siempre, surge de acuerdo al modelo que
fijo el Eterno en la Creación del mundo, y el cual se expresa en la estructura
de las sefirot.
El principio de concatenación de causa y efecto, el
principio de progresión gradual, es decir, la idea primaria de todos los
procesos de desarrollo, se expresan ante todo en las sefirot.
Estas son el
devenir de la existencia de toda la realidad. Resumen Definimos a las sefirot
desde diferentes puntos de vista, pero debemos recordar que , independiente de
cómo lo hagamos, debemos tener siempre presente los siguiente puntos:
1) las
sefirot no están separadas del Creador, sino que son la luz emanada de El para
servir a la creación,
2) las acciones de las sefirot son iluminaciones enviadas
por El Creador, Centelleo de luz espiritual que se expande desde su fuente y
que toma contacto con las criaturas aunque sin desconectarse de su origen,
3)
las sefirot están ligadas unas a otras y obran fusionando sus fuerzas y
cualidades,
4) el resultado de las sefirot y la consecuencia de sus actos
conforman la realidad en su totalidad.
“Los mundos de Atzilut, Briá, Ietzirá y Asiá (Emanación,
Creación, Formación y Acción)”
Todo lo que se encuentra por sobre el Mundo de
la Emanación pertenece al Mundo del Infinito, y en cuanto a la concatenación
causa y efecto, la principal revelación de la Voluntad Divina comienza en el
Mundo de la Emanación (Atzilut). En este mundo se encuentra la raíz de la
conducción del bien y del mal - correspondiente a los seres dotados de libre
elección- mientras que en los mundos superiores al de la Emanación, se
encuentran la conducción futura, regida exclusivamente por el bien, ya que en
el futuro se revelará la unicidad del Creador y no existirá ninguno de los
aspectos del mal.
En el contexto de la concatenación, el mundo que se
encuentra por sobre el de la Emanación es el Mundo del Hombre Primordial (Adam
Kadmón),y si queremos comparar entre estos dos mundos, diremos que difieren
entre sí como la voluntad y el pensamiento. La voluntad es una forma abstracta
e ilimitada, mientras que el pensamiento representa parte de la voluntad, la
parte más relevante y relacionada con el objetivo último. En resumen, el Mundo
de la Emanación es el Mundo del Pensamiento y el del Hombre Primordial el Mundo
de la Voluntad.
En el Mundo del Hombre Primordial no existen sefirot ni Rostros
-partzufim- ni nombres ni apelaciones, sino que se trata de una luz simple y
una voluntad simple. Todas las descripciones de sefirot o Rostros que hacen
referencia al Hombre Primordial, se usan para facilitar nuestra comprensión y
sólo con este objetivo.
Ciertamente es el Mundo de la Emanación donde se revelan las
diez sefirot, y es en este mundo donde se reveló la fuente de la Emanación bajo
el Nombre de las cuatro letras, el Tetragrama. Este Nombre constituye la mayor
revelación del Mundo de Atzilut, en el que la esencia original de Emanación, la
esencia de la Luz Infinita, se reviste en las sefirot de la Emanación, se une a
ellas en perfecta unión, y a través de dicha unidad se revela el Nombre sagrado
de El Eterno, conocido como YHVH.
Así como el Nombre YHVH surge en el Mundo de
la Emanación, el Nombre Elohim se revela en los Mundos de la Creación,
Formación y Acción. Esto es sugerido en la Torá en el acto de la Creación
cuando el versículo utiliza el Nombre Elohim y no el Tetragrama, ya que el
relato de la Creación apunta a los Mundos de Creación, Formación y Acción, y no
al mundo de la Emanación. El Mundo de la Emanación es pura Divinidad, y se lo
denomina también “el Mundo del Pensamiento” para diferenciarlo de los otros
tres, a partir de los cuales comienza el Mundo de la Escisión, la realidad de
objetos diferenciados entre sí.
“La diferencia entre los mundos” La diferencia fundamental y
esencial entre el Mundo de la Emanación y los Mundos de Creación, formación y
Acción, reside en que la Emanación es una forma superior de la realidad, en la
cual no se unifica la Luz Infinita con este mundo convirtiéndose en unidad, y es
por eso que el Mundo de la Emanación es absoluta Divinidad. Las acciones del
Mundo de la Emanación son acciones exclusivas de la esencia divina, sin ningún
otro partícipe, mientras que en los Mundos de Creación, Formación y Acción se
revela una parte de la manifestación de la Voluntad Divina, la revelación de la
realidad que está diferenciada y separada de Hashem.
Ésta es la distinción
principal entre el Mundo de la Emanación y los otros Mundos, ya que la
separación y la diversidad existen en estos mundos, mientras que lo que reina
en el Mundo de la Emanación es la perfecta unidad. Es por esta razón que
resulta imposible describir con adjetivos propios de la Divinidad ninguna
realidad que pertenezca a los Mundos de Creación, Formación y Acción, y si
queremos relacionar Su esencia con la realidad de estos mundos, diremos que El
Creador es su Amo (Adón), nombre que indica que Él no esta unido esencialmente
a la realidad de estos mundos.
LAS SEFIROT DEL PENSAMIENTO KETER, JOJMA Y BINA
La sefira de Keter (corona) Mencionamos arriba que toda
acción comienza en la voluntad siendo las sefirot la raíz de todo lo que sucede
en nuestro mundo, debemos examinar su particular estructura y la ligazón
secuencial que existe entre ellas. Si comprendemos como están compuestas las
sefirot podremos comprender la estructura de toda la realidad, a todo nivel. A
través del método de la concatenación de las sefirot y su desarrollo podemos
deducir el proceso de realización de todo lo existente y su evolución. No
debemos olvidar que todo acto humano, al nivel que fuera, también se efectúa de
acuerdo a leyes fijas y ordenadas, también se efectúa de acuerdo a leyes fijas
y ordenadas, establecidas en las sefirot. La sefira de Keter (corona), es la
sefira de la voluntad, el aspecto de la voluntad Divina de otorgar existencia y
mantener vivo todo lo que nos rodea, lo mismo que de realizar cada acción. La
sefira de Keter es la primera Emanación, es decir, la primera revelación o
iluminación que propago El Creador en el proceso de revelación de su voluntad a
Sus criaturas. Este proceso de revelación continúa luego en la concatenación
del resto de las sefirot.
La sefira de Keter es como la corona del rey. Asi como ella
no es parte del cuerpo del rey sino un ornamento en su cabeza, la sefira de
Keter no es parte de las sefirot sino que las circunda. De modo similar, la
voluntad humana y desde arriba el proceso de la acción, pero
no forma parte de ella. A la sefira de Keter se la denomina – nada- para
indicarnos que la Voluntad Divina esta oculta ante nuestros ojos y tampoco se
revela en los actos del Creador. Por eso se dice:,
es decir, está prohibido investigar e inquirir en nada de lo que se refiere a
la voluntad del Creador, Quien es para nosotros . También en el
acto de un hombre se manifiesta la voluntad de realizarlo, pero nada más que
esto. De la acción misma no se puede determinar el porqué de tal voluntad sino
solamente su existencia.
La Cábala responde a interrogantes como de
creación de las cosas, es su naturaleza y su función, pero no responde al
fue hecho de esta manera y no de otra. La respuesta a esta formulación
se encuentra en el aspecto desconocido al que no tenemos ningún acceso: .
Y aunque la voluntad es el origen de una acción, no existe ninguna acción
realizada en el vacío; cada evento y cada acción provienen de una fuente que
les precedió. Y siendo así, ¿Cuál es la fuente y la raíz de la voluntad humana?
¿De dónde proviene el deseo de obrar de una manera y no de otra? La respuesta
es que la fuente y la raíz de la voluntad es nuestra neshama, que
se encuentra en el interior de cada uno de nosotros, y es la fuente y la raíz
de la voluntad. De hecho, los seres humano se diferencian unos de otros en sus
actos porque sus voluntades difieren entre si, y esto se produce porque sus
almas son diferentes.
La sefira de jojma (sabiduría) En contraposición al Keter
que circunda la mente del hombre, centellea dentro de la mente el comienzo del
pensamiento, asociado a la sefira de jojma. Después de despertarse la voluntad
(Keter), brilla en la mente la idea general de como materializar la voluntad
llevándola a la práctica.
Por ejemplo, si un hombre desea construir una casa,
el primer paso seda a nivel de Keter, o sea la voluntad; en el paso siguiente
se dibuja en su mente la idea de un cuadro general de como deberá verse dicha
casa. Esta etapa es la asociada a la sefira de jojma. Así como la idea general
es el estadio posterior al de la voluntad, del mismo modo la sefira de jojma se
desprende de la sefira de Keter.
A este nivel solo existe la idea de un modo general, más los
detalles continúan aun ocultos. La idea se halla en lo profundo del
pensamiento, y en esta etapa del proceso se habla en forma global, como de una
materia prima que no ha sido elaborada aun en todos sus detalles.
Los mismos se revelaran en la sefira de bina
(entendimiento).
La sefira de bina (entendimiento) En la etapa siguiente,
reflexiona el hombre en su intelecto para considerar y analizar la idea general
que apareció en su mente. El termino hebreo bina comparte raíz con la expresión
hitbonenut que significa contemplar, reflexionar, acto que lleva al hombre a
observar en detalle lo que hasta ahora aparecía en forma general. La idea que
brillo en el estadio anterior, el nivel de jojma, es una idea general que
aspira expandirse ilimitadamente. Aquí llega la sefira de bina que fija los
límites a esa idea general, escudriña y revisa esa idea, la divide en partes y
si tal idea es aceptada, entonces continuara la bina construyéndola,
desarrollándola a cabo. Mas todo esto se realiza después que la bina
circunscribió y delimito los ámbitos de la jojma. La bina es la matriz de los
detalles. Puede compararse a la formación de un bebe, comenzando por el semen
del padre que contiene todos los órganos del niño, con todos sus elementos y
detalles pero en forma muy general; luego viene la etapa del embarazo, tiempo
en el que se desarrolla en el vientre de la madre, y de su forma
general van surgiendo los detalles. Hasta el momento del nacimiento aun estos
no son conocidos. Esto es análogo al estadio de la sefira jojma, que es un
nivel general, mientras que la sefira de bina es el nivel de fertilización y
desarrollo.
La sefira de bina particulariza los detalles de la sefira de
jojma, aunque, paralelamente, la define y le pone límites. La sefira de bina
pone coto a la aspiración de expansión ilimitada de la sefira de jojma. Y
aunque la bina en cierto sentido se opone a la jojma, tal antagonismo no
representa una fuerza destructiva sino que, por el contrario, la construye.
Jojma y bina se complementan mutuamente.
En el sefer Ietzira (1:4) está escrito:,
es decir, que la jojma y la bina se complementan una con la otra. Las sefirot
de Keter, jojma y bina conforman la dimensión del pensamiento, que es el plano
que precede a la acción, El Keter se refiere a quien realiza la acción,
mientras que jojma y bina hacen referencia a la acción misma. La jojma es la
primera etapa del proceso de creación de lo existente.
Rabí Lejel Bar Lev
Lekabel Toráh
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