miércoles, 9 de agosto de 2017
El Poder del Pensamiento
Enseña el Rebe Najmán:
La persona está allí donde está su pensamiento (Likutey Moharán I, 21:12).
El pensamiento tiene un poder increíble. La clave reside en concentrar toda la energía en el logro de algo. Esto se aplica incluso cuando uno se concentra en algo mundano.
La única condición es que la concentración sea absoluta, al punto de estar preparado a dar la vida en aras del objetivo (Likutey Moharán I, 192).
La melancolía y la depresión impiden la concentración del pensamiento.
Con alegría, podrás dirigir tu mente de la manera adecuada (Likutey Moharán II, 10:2).
Robar hace que la persona tenga pensamientos ilícitos. Incluso envidiar los bienes del prójimo es una falta grave. Dado que el poder de la mente es tan fuerte, incluso pensar con envidia en los bienes de otro es considerado una forma de robo (Likutey Moharán I, 69:6).
El Pensamiento se encuentra en un nivel muy elevado, que trasciende el de la palabra.
Si deseas ascender al nivel del Pensamiento, deberás mantenerte en silencio: pues incluso una palabra buena y valiosa puede hacer que pierdas el nivel del Pensamiento (Likutey Moharán I, 234:2).
Los pensamientos se encuentran verdaderamente entre las maravillas del Santo, Bendito Sea.
Los pensamientos existen en la mente agrupados como paquetes [de información], uno encima del otro. Cuando la persona necesita una información, la recuerda ―extrayéndola‖ de su lugar en la mente. Esto es en sí mismo una gran maravilla, pues ¿dónde estaba este pensamiento hasta ese momento?
Existen muchas asociaciones y símbolos, todos ubicados dentro de estos paquetes en la mente.
Uno recuerda algo porque encuentra alguna idea que estimula las asociaciones y los símbolos identificados con un pensamiento en particular.
Este pensamiento es extraído entonces de los ―paquetes‖ agrupados en la mente.
Cuando se extrae un pensamiento en particular, todos los otros pensamientos se reagrupan en un esquema diferente [como sucede con los paquetes físicos, donde el quitar uno de la pila hace que todo el orden se modifique] (Sabidurías Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov #25).
Los pensamientos malos son comparados con el jametz [el pan leudado, que se expande al fermentar].
Uno debe tener cuidado de que estos pensamientos no ―expandan‖ su influencia sobre la mente.
Cuando estos pensamientos se ―expanden,‖ ―llenan‖ toda la mente, sin dejar lugar para que entre el temor al Cielo. Aquél que tiene la mente dañada con pensamientos extraños será atraído siempre hacia la controversia [que ocupa su mente y lo aleja así de la espiritualidad] (Likutey Moharán I, 5:4).
El estudio de la Toráh de noche es bueno para proteger los pensamientos (Likutey Moharán I, 3:1). Uno debe cuidarse constantemente de todo pensamiento inmoral. Tales pensamientos pueden arrastrar a la persona lejos del Santo, Bendito Sea, Fuente de toda vida (Likutey Moharán II, 114).
Los malos pensamientos a veces parecen abrumar a la persona. Es posible que trate de superarlos luchando contra ellos de modo directo sacudiendo la cabeza, enfrentando el tema, etcétera. Sin embargo, esto realmente no ayuda, pues los pensamientos parecen crecer y fortalecerse en proporción directa a la fuerza con que uno los enfrenta. Es mucho mejor dirigir la mente hacia otro lado. Concentrarse en otro tema ayuda a superar los malos pensamientos (Likutey Moharán I, 72:4).
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