martes, 19 de septiembre de 2017

Tikun del Año Nuevo (5778-2017)



Generalmente cuando un nuevo año está por comenzar, ese momento, nos invita a renovar nuestros proyectos personales, o bien a planificar giros de reacomodamiento. En el entusiasmo de ese nuevo comienzo, saltamos muy alto a veces en las expectativas. Visualizamos el objetivo, nos quedamos allí, y no consideramos los pasos pequeños que tenemos que dar para llegar a él. Que tal si probamos, antes de empecinarnos con el logro, en centrarnos en realizar una “reparación” primero (un tikun), antes de involucrarnos mentalmente con un destino final. 

Los resultados de nuestros logros personales, son una sumatoria de pequeñas decisiones del día a día, y en ellas están incluidas conductas mecánicas e inconscientes, que suelen obrar en contra de la dirección establecida, por baja autoestima, miedos, auto boicots, lealtades al clan etc. Para que las acciones de la vida cotidiana puedan cambiar, primero hay que “reparar” una manía, una idea fija (o un conjunto de ellas), una creencia limitante.. una fobia.

La reparación es más sabia que la planificación, pero no la excluye. La primera es un ejercicio de atención y toma de consciencia, que tiene un efecto “dominó” que repara de manera multidireccional. Si me desapego voluntaria y conscientemente de un hábito limitante, puedo generar como efecto un cambio sustancial en las relaciones y en las áreas de mi vida que estén involucradas, e incluso superen el efecto deseado, ya que un nudo en un ovillo de lana puede impedir que se pueda seguir tejiendo un sweter, una manta, un guante.. cualquier cosa. Si no se deshace el nudo no se puede avanzar.

Reparar es deshacer para hacer de nuevo. Sin embargo  no se puede reparar sin fé, sin la humilde confianza en el creador de la lana con la cual tejo mis días. Versa un antiguo mantra en sánscrito.. “Om Namo Bhagavate Vasudevaya" .. significa…"Yo me entrego a la Verdad".

"Hagase tu voluntad y no la mía. “no me des lo que yo quiero, sino lo que yo necesito”. Es una forma de decir.. yo quiero esto para mi, creo que es lo mejor, pero acepto con toda confianza amado creador, que vos sabes que es lo mejor para mi. Si esto no es lo mejor, condúceme a lo que lo sea. Libero el camino con esta reparación ( tikun) que te entrego. 

Lo que ya no quiero para mi, lo devuelvo a la fuente para que lo transmute, y dejo ese espacio vacío, para ser llenado con lo que realmente necesito para crecer. A veces, ese espacio, se llena con una dificultad, con un desafio, con algo inesperado, que si es aceptado y procesado puede convertirse en un acto de magia que me lleve a un espacio de mayor felicidad. Entrego mi reparación (tikun) a la voluntad del creador y espero.. solo espero humilde y pacientemente los efectos. Cualquier cosa puede ocurrir de esta manera. Lo inesperado.. lo maravilloso. Lo revelador… Reparar y esperar el efecto. No controlarlo. Esperarlo. La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida…



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